La pregonera de la Semana Santa de León: «A partir de ahora, si el cielo quiere, toca sentir bajo el capillo y la sarga»
«Hemos sufrido mucho, pero nunca hemos dejado de seguir de frente, porque la esperanza no nos ha soltado de la mano”, subraya su intervención», subraya la papona Laura Cordero Carro, hermana en las cofradías de Nuestra Señora de las Angustias y Soledad y María del Dulce Nombre de León
La papona Laura Cordero Carro, hermana en las cofradías de Nuestra Señora de las Angustias y Soledad y María del Dulce Nombre de León fue la encargada de pronunciar hoy el pregón de la Semana Santa Leonesa. «¡Dame la mano León, que está esperando el Señor a que tus verjas se abran!», reclamó en un solemne acto celebrado en el Auditorio municipal ante numeroso público.
A las intervenciones del presidente de la Junta Mayor de Semana Santa, Manuel Ángel Fernández, y del obispo de León, Luis Ángel de las Heras, se sumó la del alcalde, José Antonio Diez, quien aludió a la incertidumbre generada por la situación sanitaria. «Hemos esperado este momento con verdadera inquietud, temerosos de que este año, de nuevo, la pandemia nos impidiera salir a las calles, vivir la Semana Santa de León con toda su fuerza. Pesarosos por si tuviera que ser así, que nuestros pasos no pudieran salir a las calles, que nuestras cornetas no sonaran, que nuestras túnicas quedaran guardadas un año más. Pero seguros, eso sí, de que, aunque así fuera, nuestra Semana Santa no se resentiría, porque el sentimiento está por encima de todo ello», dijo.
Antes de dar paso a la lectura del pregón, tuvo palabras de reconocimiento para su protagonista, «profunda conocedora de la Semana Santa Leonesa, hermana, ante todo, para poner la primera palabra a esta celebración que une a todos los leoneses como una única persona y que liga con el pasado, el presente y el futuro».
«¿Quién nos iba a decir hace dos cuaresmas que la vida nos iba cambiar tanto? Que el suelo sobre el que desgastábamos suela y derramábamos cera, desaparecería bajo nuestros pies y sobre los hombros pujaríamos ausencias tan inesperadas como dolorosas, por la premura con la que el Señor iba llamando a nuestros seres queridos a su vera», planteó la pregonera.
El mundo entero, dijo, «ha sufrido lo indecible pero aun así, ha seguido caminando a diferentes ritmos, poquito a poco, paso a paso, apretando los dientes y sacando fuerzas de donde a veces no las había».
Laura Cordero tuvo palabras para amigos, familiares, cofrades y ofreció una emotiva intervención en la que dejó patente su amor a la Semana Santa de León y compartió con los presentes vivencias y emociones cargadas de fervor y devoción.
«Hemos sufrido mucho, pero nunca hemos dejado de seguir de frente, porque la esperanza no nos ha soltado de la mano. A partir de ahora, si el cielo quiere, toca sentir bajo el capillo y la sarga, pero también nos toca arrimar el hombro infinitamente más. Es la hora de todos. Y todos tenemos que estar, por nosotros y por los que nos legaron su herencia antes de irse al balcón eterno», dijo antes de referirse de a León.
«Tenemos una ciudad maravillosa que nos va a echar una mano, que va a preparar sus calles para que el hijo de Dios vuelva a caminar con orgullo por ellas, Una ciudad que estoy convencida que no ha dejado de esperarnos nunca, que ha llorado nuestra ausencia y que dentro de tan solo cinco días volverá a abrirnos sus brazos a las ocho de la tarde», añadió.
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