El PP lleva a Sevilla el ‘viacrucis’ de la investidura, que se votará «en días»
PP y Vox avanzan en unas negociaciones que permitirían celebrar la sesión plenaria la próxima semana
Sevilla huele a azahar y a Semana Santa. Ya hace días que han salido a la calle las primeras procesiones -en nueve días es Domingo de Ramos-, pero serán los militantes y cargos del PP los próximos en desfilar por la capital hispalense. Después de mes y medio de auténtica pasión en la que su aún presidente, Pablo Casado, fue lanceado, la última estación (de penitencia) comienza hoy con el 20 Congreso Nacional de los populares del que todos confían que saldrá la resurrección del partido de la mano del mesías Alberto Núñez Feijóo. Y allí estará el PP de Castilla y León que, en esta ocasión, tendrá un mayor protagonismo que en otros cónclaves, aunque este hecho tenga que ver con el ‘viacrucis’ que está suponiendo la investidura como presidente de la Junta de Alfonso Fernández Mañueco y un pleno que no se acaba de convocar.
El acuerdo firmado in extremis entre PP y Vox el 10 de marzo -día en el que se constituyeron las Cortes autonómicas- para formar un gobierno de coalición está pendiente de su concreción y desarrollo por escrito pero, sobre todo, del diseño de la estructura del futuro ejecutivo autonómico. Esa es la exigencia de Vox para poner fecha al pleno de las Cortes, del que saldrá Mañueco como presidente de la Junta. Bien es cierto que los de Abascal no han tenido hasta ahora la más mínima prisa, ya que su deseo era superar el Congreso de los populares para hacer que su nuevo líder, Alberto Núñez Feijóo, sea copartícipe del acuerdo entre las dos formaciones. Y como el que tiene que convocar la sesión plenaria es el presidente del Parlamento y dirigente de Vox, Carlos Pollán, la estrategia era sencilla.
Así que el presidente de la Junta sigue estando en funciones cuando comience el Congreso y eso le va a otorgar una notoriedad que no quiere. Será el foco de atención, sobre todo cuando tenga que responder a los periodistas y se vea obligado a dar explicaciones después de semanas en las que ha permanecido en silencio. Así que todo hace pensar que Vox será el ‘invitado no deseado’ aunque, como ocurrió en Valladolid hace quince días cuando Núñez Feijóo presentó su candidatura, su nombre no se llegue a pronunciar.
Al menos el cónclave sevillano arranca con avances entre PP y su socio en su labor de dar forma al Gobierno de coalición . Tras dos semanas con muy pocos contactos entre las dos formaciones, éstas se han retomado y todo apunta a que con resultados después del encuentro que mantuvieron el miércoles. El propio presidente de las Cortes, Carlos Pollán, afirmaba ayer en Zamora que «hay avances» y que la cuestión estará solventada «en breves días». También el portavoz en funciones de la Junta, Carlos Fernández Carriedo, aseguró que Mañueco ya tiene elaborado el programa de gobierno con Vox, por lo que está a la espera de que las Cortes convoquen la sesión de investidura. De esta forma, el presidente autonómico del PP sí podrá ‘vender’ en Sevilla la previsión de que la próxima semana se celebre el pleno de investidura, probablemente el jueves 7, aunque todo dependerá de cómo vayan encajando las piezas en el tira y afloja de las dos formaciones.
Fernández Mañueco tendrá su momento en el cónclave con la participación hoy en la mesa redonda titulada ‘Preparados’, que compartirá con los presidentes de Andalucía (Juan Manuel Moreno), Ceuta (Juan Vivas), Murcia (Fernando López Miras) y Madrid (Isabel Díaz Ayuso). Todos moderados por Alberto Núñez Feijóo.
Unidad e ilusión
Castilla y León lleva al Congreso del PP una de las tres delegaciones más numerosas, junto con Andalucía y Galicia. Asistirán 440 personas de las cuales 300 son compromisarios con derecho a voto . Entre ellas, la consejera en funciones de Familia, Isabel Blanco, que ha sido la representante de la comunidad en el Comité Organizador del cónclave. Precisamente, Blanco habló ayer, antes de emprender rumbo a Sevilla, de un «Congreso de unidad, de ilusión, muy plural y transversal con la sociedad, con las personas y con todos los territorios bajo el liderazgo de Núñez Feijóo». De él dijo que «si algo caracteriza al futuro presidente del PP es la gestión, lo avalan los números en Galicia y lo avalan los principios».
«Fin de semana intenso de trabajo para mostrar esa unidad y grandeza del PP de España», añadió y mostró su confianza en que los populares de la Comunidad sigan teniendo presencia en la dirección nacional del partido. «Castilla y León siempre ha tenido representación a nivel nacional, y así seguirá siendo», aclaró. Hoy se podrá conocer cuál será este peso en la lista de 35 personas que componen el Comité Ejecutivo Nacional o las 30 de la Junta Directiva.
No obstante, en estas tierras ya se han alzado algunas voces que reivindican una mayor participación castellano y leonesa en el nuevo PP. Es el caso del presidente provincial de la formación en Burgos, Borja Suárez, quien ya lanzó un mensaje al dirigente gallego: «Si quiere hacer un equipo fuerte, tendrá que tener a la gente de Castilla y León».
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