Padres de niños con discapacidad rechazan el cambio de 'Miradas': «Queremos a los músicos de la Oscyl»

Las familias critican que la Consejería de Cultura haya optado por prescindir de los intérpretes profesionales y apostar por monitores para acercar la música clásica a menores con necesidades específicas de apoyo educativo

Padres de alumnos del Colegio de Educación número 1 de Valladolid protestan a las puertas del centro ICAL

H. Díaz

Los padres de alumnos con necesidades educativas especiales han elegido una jornada tan significativa, el 3 diciembre, Día de la Discapacidad, para expresar su rechazo al cambio de modelo del programa 'Miradas', la iniciativa nacida en el seno de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León con el objetivo de acercar la música clásica a personas con discapacidad y en riesgo de exclusión.

Tras el parón que supuso el comienzo de la pandemia en 2020 para esta iniciativa, la Consejería de Cultura y Turismo quiere retomarla ahora en coordinación con Educación dándola una vuelta de tuerca, que supondrá la exclusión en el programa de músicos de la Oscyl, su 'alma mater', que serán sustituidos con monitores que reciban una formación musical. Un paso que no sólo ha sentado como una jarro de agua fría a los propios intérpretes, que habían visto cómo con el paso del tiempo habían logrado «una conexión total» de estos chicos, «muchos de ellos sin capacidades para expresarse verbalemente» una «conexión total» con la música. Así lo cree Jordi Creus, violonchelo de la Oscyl y uno de los voluntarios del programa.

Jordi ha sido uno de los músicos que ha querido respaldar en su protesta a los padres de alumnos del Centro de Educación Especial Número 1 de Valladolid : «Nuestros hijos e hijas necesitan la continuidad del mismo proyecto que durante estos años han venido desarrollando los músicos de la Oscyl», recoge el comunicado que se Maite Villar, vicepresidenta de la Asociación de Madres y Padres del Centro de Educación número 1 de Valladolid ha leído a las puertas del centro. Allí, también, ante los medios, ha criticado que «a todos los políticos se les llena la boca con el apoyo a la discapacidad» y luego «vulneran los derechos de nuestros hijos». Los músicos, ha continuado, «han despertado en nuestros hijos sonrisas, miradas y movimientos coordinados, gracias a su humanidad y su gran conocimiento musical», antes de reclamar que «cuando un proyecto funciona, hay que mantenerlo o mejorarlo pero nunca destrozarlo».

El programa 'Miradas' comenzó a funcionar en el centro de Educación Especial Número 1 de Valladolid en 2012. En esta provincia también participaban en él el CEIP Allúe Morer, Aspace Valladolid y el Centro de Menores Zambrana . Con el paso del tiempo se fue extendiendo al resto de la Comunidad, para lo que los propios músicos de la orquesta formaron a monitores especializados: «Cuando se expandió nos fue imposible llegar a todos, así que durante 7 u 8 años se estuvo formando a personal en talleres en el Auditorio Miguel Delibes, compartiendo experiencias, y se creó un equipo que ahora mismo se ha diluido», ha explicado Jordi Creus. «Era un proyecto que funcionaba, nuestros hijos estaban encantados y lo llevaban grandes profesionales. Es un dislate que la Consejería de Cultura, que dirige Javier Ortega, termine con 'Miradas' tal y como se conoce hasta ahora», ha sentenciado Villar también en su protesta.

Por su parte, Creus, en representación de los músicos, ha defendido que se trataba de un proyecto «muy potente a nivel nacional» en el que les gustaría seguir implicados: «Queremos que continúe y se mejore como era la intención inicial, pero se nos han ignorado».

Los músicos de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León ya denunciaron la semana pasada su «exclusión total» de la iniciativa, al comprobar que las consejerías de Cultura y Educación habían dejado al margen a la Oscyl con la firma del nuevo convenio de colaboración. «'Miradas' nació en la Orquesta, es parte de ella y queremos que siga siendo parte de ella», sentenciaron.

Una denuncia a la que se refirió el gerente de la Oscyl a principios de esta semana durante la presentación de la nueva programación de la formación musical de cara al primer semestre de 2022. Entonces, consideró el cambio como una «segunda sinfonía» tras la primera que habría sido la anterior etapa y se ha mostrado «contento» con recibir el «relevo» para «poder seguir construyendo» y ser «proactivos».

El consejero de Cultura y Turismo, Javier Ortega, por su parte, defendió la «seguridad jurídica» y los «criterios educativos» que han presidido el nuevo convenio entre su departamento y la Consejería de Educación, al tiempo que ha subrayado que «no se pretende dejar fuera ni excluir» a unos músicos en los que la Junta tiene «su confianza depositada».

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