Los ayuntamientos deberán controlar los aforos en vías y espacios donde prevean gran afluencia

Con la Navidad a menos de una semana vista, pero con el Covid-19 que parece que está volviendo a ganar terreno, la Junta de Castilla y León apura el escaso margen para aprobar más restricciones con las que intentar poner coto al nuevo avance del coronavirus. Lo acordado hace unos días se queda corto tras comprobar que se está «ralentizando el descenso» en los contagios y salir con «decepción» del Consejo Interterritorial de Salud en el que el Ministerio de Sanidad dejó en manos de las comunidades modular la acción. Ahora, la Junta ha buscado al menos el entendimiento con las comunidades vecinas de cara a consensuar las nuevas restricciones. Lo que está claro es que habrá más medidas, con mayores limitaciones, señaló ayer el vicepresidente y portavoz, Francisco Igea. Caminarán por tres senderos: cierre perimetral, toque de queda y número de personas que pueden reunirse.

El presidente del Ejecutivo autonómico, Alfonso Fernández Mañueco, las detallará hoy por la mañana tras haber intentado el acuerdo al menos con las comunidades limítrofes, con las que el contacto entre consejeros de Sanidad es constante, señaló la titular del departamento en Castilla y León, Verónica Casado. Por eso, justificó Igea, la dilación también en la adopción de más restricciones, que, dejó claro, se tomarán en base también a los datos epidemiológicos.

Por el momento, la Junta aprobó ayer un conjunto de medidas preventivas y recomendaciones específicas para aplicar solamente de forma «temporal y excepcional» en Navidad y que van dirigidas, sobre todo, a limitaciones para evitar aglomeraciones. Así, por ejemplo, los ayuntamientos deberán adoptar medidas de control del aforo en las vías o espacios públicos donde se prevea alta afluencia estableciendo si es necesario itinerarios. No se podrán organizar actos con motivo de festejar las doce campanadas de fin de año tampoco en plazas o vías públicas y se suspende «provisionalmente» la concesión de nuevas autorizaciones para espectáculos y actividades recreativas que pasen por varios términos y tampoco se podrán realizar actos deportivos como las San Silvestre.

Y aunque se recomienda «no celebrar» eventos como cabalgatas o conciertos navideños, de hacerse, debe ser en recintos acotados, con diferente entrada y salida y Sus Majestades de Oriente estarán en un punto fijo, con el público sentado, con mascarilla obligatoria a partir de dos años y con distancia y nada de comer o beber. El acuerdo deja claro que para el 24 y 31 de diciembre, cuando el toque de queda se amplía hasta las 1.30 para regresar al domicilio tras la cena familiar, el horario de cierre de la hostelería y restauración -incluidas zonas comunes de hoteles- son las 22.00, sin poder admitir nuevos clientes desde las 21.00.

Desde la Confederación de la hostelería y turismo de Castilla y León. críticos con el cierre de bares y ver aglomeraciones de gente en otros puntos, lamentaron que «las justificaciones que una y otra vez esgrime el vicepresidente de la Junta» se les antojan «ya reiterativas y carentes de toda razón» y exigieron «compensaciones».