Milagros Marcos: «Mientras el agricultor no reciba lo que supone su trabajo, necesita ayudas»

La sequía, combinada con heladas, granizo y escasez de agua para poder regar, mantiene en vilo al campo de Castilla y León, que vive un año que ya califica de «catastrófico». También la consejera de Agricultura y Ganadería, Milagros Marcos, reconoce que esta combinación de factores meteorológicos «nos está afectado mucho, muchísimo», que por el momento no encienden las alarmas del posible impacto negativo que una campaña de cosecha mermada pueda detener en la economía, y más en una Comunidad como ésta en la que el peso del sector primario y la agroindustria es superior a la media nacional.

Por lo que aboga Marcos, visto que «cada cinco o seis años» se suceden los episodios de sequía y «nos preocupa el cambio climático», es por tomar medidas con carácter estructural» para garantizar una «respuesta permanente», afirmó en los micrófonos de la tertulia de Cope-ABC . En este sentido da especial importancia a la política de seguros. Un terreno en el que un grupo está trabajando para conocer por qué ahora no son «atractivos» para los cultivadores, como lo demuestra el hecho de que únicamente la mitad de la superficie cultivable tiene póliza. El objetivo es llegar al cien por cien.

Además, la consejera defendió los 145 millones de euros puestos sobre la mesa por la Junta y el Gobierno central de forma extraordinaria este año para ayudar al campo, frente a las ayudas directas que reclama el sector. «Con el mismo dinero generas mucha más financiación y más posibilidades de que los agricultores y ganaderos de que puedan continuar con su actividad», subrayó.

Además, también valoró la petición formulada por la Junta de Castilla y León y trasladada precisamente ayer por la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, a la Comisión Europea permita incrementa r hasta el 70% los pagos adelantados de la PAC . Marcos, quien negó un trato privilegiado el sector, se mostró convencida de que a los profesionales «les gustaría que el precios que reciben por su trabajo fuera suficiente como para no recibir ayudas». «Eso es por lo que hay que luchar», recalcó la consejera, quien reconoció que «no es razonable» que más del 30% de las rentas del sector primario dependan de la PAC. Pero, advirtió, «mientras no seamos capaces de que el agricultor y el ganadero reciban lo que realmente supone el trabajo que realizan, desde luego, necesitan ayudas». Además, recordó, esto redunda en que «los productos que consumimos sea bastante más baratos»