Arranca en Castilla y León «la misión de llevar a Pablo Casado a la Moncloa»
El líder del PP nacional pone a Alfonso Fernández Mañueco como «ejemplo de buenas políticas»
«En esta convención del PP tenemos dos misiones: llevar a nuestro paisano a la Moncloa y construir, desde ese gobierno, un proyecto europeo cercano en toda España y en Castilla y León». Así se expresó ayer el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, durante su primera intervención en la Convención Nacional del PP que se celebró durante toda la jornada en Valladolid, la segunda camino de Valencia.
Más de 300 cargos autonómicos del partido y militantes que se pusieron en «modo electoral» para arengar al líder popular en su camino hacia la presidencia del Gobierno. Es más, Mañueco agradeció a Casado «que haya querido que en su tierra se desarrollen las páginas de su futuro gobierno, las primeras páginas de su presidencia en el Gobierno de España». Y recordó que, precisamente, en un lejano 1987, comenzaron con José María Aznar, entonces presidente de la Junta, «los gobiernos de libertad, progreso y transformación».
Ahora parece que la historia quiere repetirse y que Castilla y León sea el trampolín hacia la Moncloa. Y, curiosamente, un lugar como la Cúpula del Milenio, en Valladolid, donde ayer se celebró la convención viajera de los populares, va camino de convertirse en un escenario fetiche para los políticos que aspiran a dirigir España. Allí celebró uno de los primeros encuentros Pedro Sánchez con militantes socialistas cuando salió de la Ejecutiva del PSOE y vagaba por España buscando apoyos para su proyecto. Volvió después a la orilla del Pisuerga ya como presidente del Gobierno. Ayer, arropado por los suyos, Pablo Casado se afianzó como candidato con opciones para llegar a la Moncloa. Los participantes en las mesas de la mañana apostaron por ello, aunque entre los asistentes al evento se mantuvo el ‘runrún’ de un posible adelanto electoral en la Comunidad con marzo como fecha máxima.
«Hemos construido Europa»
Mañueco intervino con el expresidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, para reivindicar cómo «en Castilla y León hemos hecho grandes cosas. Hemos ayudado a construir esta nación y hecho grandes aportaciones para construir Europa». En este sentido, recordó «al primer europeo de Atapuerca» o cómo el Camino de Santiago que atraviesa esta comunidad es «la calle mayor de Europa». León como «cuna del parlamentarismo o la Escuela de Salamanca, origen del derecho internacional» fueron otras contribuciones que destacó de la autonomía. Y es que «Europa es la vacuna que nos protege», insistió Mañueco, para quien también es «infraestructuras, como el túnel de Guadarrama o de Pajares, y ayuda para competir con nuestros productos, nuestras empresas y es Política Agraria Comunitaria».
En este punto, el presidente de la Junta se preguntó « qué sería de nuestra tierra sin la PAC, la modernización de nuestro campo o la agroindustria» y destacó la importancia de los fondos de recuperación «que nos van a permitir un impulso de la economía y una transformación digital». Por último, reivindicó para el futuro, frente al modelo de las grandes ciudades y grandes polígonos industriales, el de la economía y la población en todos los pueblos e instó a «defender Europa desde Castilla y León para romper con quienes no creen en ella». «Cuanta más España más Europa y cuanta más Europa más España», concluyó.
Pablo Casado también reconoció, en su intervención, la labor de Mañueco en Castilla y León como ejemplo de «buenas políticas». «Ésta es mi tierra», recordó el político palentino, que destacó las «políticas eficaces» llevadas a cabo por los sucesivos gobiernos del PP y, en especial, el de Mañueco, que ha tenido que hacer frente a situaciones «tan complejas» como las vividas durante la pandemia.
Los dos dirigentes del PP compartieron escenario con dos líderes europeos. El primero, con Donald Tusk, que comenzó su intervención asegurando que le habían recomendado permanecer en la ciudad del Pisuerga hasta el mes de noviembre para coincidir en el tiempo con el Concurso Nacional de Pinchos y Tapas. Bromas aparte, Tusk alertó sobre la pérdida de confianza de los ciudadanos en los políticos, pero animó a «no perder la esperanza» porque si las formaciones de centro-derecha se rinden o entran «en pánico», los ciudadanos «quedarán a la merced de los populistas», que son «cínicos, irresponsables y extremadamente incompetentes», al preferir «destruir que construir, el conflicto que el consenso».
Otro europeísta, el ex presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, defendió «los pequeños pueblos y la identidad local». «No se puede dejar a los pequeños pueblos para ir a los más grandes», insistió, al tiempo que advirtió de que «no podemos permitir que los jóvenes del sur de Europa se vayan a EE.UU., Israel o Canadá porque no pueden trabajar donde viven sus familias». Defendió, además, «la política medioambiental que hacen los agricultores, que son los que de verdad defienden la tierra».
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