Mañueco pone el foco en Tudanca por «buscar apoyos ilegítimos» en las Cortes

Insinúa que hay movimientos para una nueva moción de censura que «ya le dejó su dignidad política por los suelos»

Mañueco interviene durante la sesión plenaria. HERAS

Montse Serrador

Era de prever que tras la convención nacional del PP en Valencia, los populares llegarían al pleno eufóricos , confiados como están en haber conseguido transmitir la imagen de un partido unido en torno al liderazgo de Pablo Casado. También era de esperar que el PSOE tratase de frenar esa euforia. El resultado fue una primera sesión del pleno de las Cortes, la celebrada en la tarde de ayer, muy intensa e, incluso, en algunos momentos bronca, lo que obligó al presidente de las Cortes a llamar al orden en más de una ocasión y a emplearse a fondo para mantener la calma. El rumor de las últimas semanas de que hoy se podía anunciar un adelanto electoral, para hacer cuadrar las fechas, también ayudó a animar el hemiciclo.

En la bancada popular, el mayor «subidón» se percibió en el propio presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco que, realizó una dura intervención en respuesta a la pregunta del portavoz socialista, Luis Tudanca, y recurrió al argumento de la moción de censura, la que se presentó en el mes de marzo, pero también la que se puede volver a presentar cuando se cumpla el año de aquella operación.

«¿Cree que su Gobierno aporta a Castilla y León la estabilidad que necesita en este momento?». La pregunta que realizó Tudanca sirvió al presidente de la Junta para dar forma a un nuevo relato que serviría para justificar un adelanto electoral. «Sabemos que buscan apoyos ilegítimos en estas Cortes», espetó Mañueco al portavoz socialista, al que acusó de «alentar el transfuguismo». Unas palabras con las que el dirigente popular insinuó que el PSOE trata de fijar su atención en las filas de Ciudadanos para presentar una segunda moción de censura. La primera derivó en el abandono de María Montero de Cs y, ahora como procuradora no adscrita, sus posiciones están más cerca del PSOE que de sus excompañeros.

El caso es que los socialistas (35 procuradores) necesitarían, además del voto de la no adscrita y de los dos de Podemos , tres más para asegurar el triunfo de una nueva moción, apoyos que aspiran a conseguir de la bancada de Ciudadanos o, a lo sumo, de UPL, no así de los procuradores de Vox y de Por Ávila. Así que ante el temor a que se pueda volver a repetir la operación de marzo que, entonces, fue un rotundo fracaso para el PSOE, Mañueco empezó ayer a construir su relato en un cara a cara en el que dijo a Tudanca que «los trozos rotos de su dignidad política están por los suelos», después de haberse tragado «todos los sapos y dragones que le envió Pedro Sánchez».

Y otra más con el presidente del Gobierno como excusa: «El mayor riesgo para la estabilidad en esta tierra son ustedes y su sumisión a las políticas del sanchismo», señaló Fernández Mañueco, y acusó a los socialistas de intentar «torpedear indecentemente a este Gobierno, pero sus torpedos se han vuelto torpezas y se han convertido en lo peor de la política».

El jefe del Ejecutivo autonómico defendió un «gobierno útil» como este que ha sabido aprovechar los fondos que llegan de Europa, «gracias a la señora Merkel» y enumeró algunos de sus «logros» como el «éxito» de todo el proceso de vacunación, una «sanidad de primera», la calidad de la educación «en igualdad y equidad» o la bajada «histórica» del paro en septiembre, sin olvidar el compromiso con el medio rural y la extensión de internet. Así que Mañueco finalizó su intervención sugiriendo que el PSOE intenta presentar una moción de censura: «Sabemos que buscan apoyos ilegítimos en esta cámara», palabras que provocaron una primera llamada al orden en la bancada socialista. «Siga manchándose las manos con el transfuguismo», añadió Mañueco, para «retorcer la voluntad del pueblo de Castilla y León». Y concluyó: «Voy a proteger a las personas de Castilla y León y este Gobierno va a ser un muro de contención frente al sanchismo».

Pero para Luis Tudanca, lo que Mañueco hace es «jugar al caos» y alentar «la descomposición» del gobierno de PP-Cs, por lo que le pidió que «deje de jugar a los juegos de poder y ocúpense de la gente que lo necesita».

«La casa de tócame Roque»

El siguiente debate durante el pleno llegó con el portavoz del Grupo Mixto, el procurador de Unidas Podemos, Pablo Fernández. El tono del parlamentario de la formación morada fue el de siempre. Preguntó en esta ocasión a Mañueco si cree «como afirmó recientemente el vicepresidente de la Junta, que ha cometido un error estratégico». El aludido respondió con un lacónico «en su pregunta, se ha equivocado de destinatario», lo que dio pie a Fernández a sacar la artillería habitual para acusar a la Junta de haberse convertido en la casa de «tócame Roque» con un «sainete» que parece salido de «una cutre telenovela de sobremesa».

A partir de ahí hizo su particular descripción de la realidad castellano y leonesa, por lo que Mañueco le califico de «agorero mayor del reino». Además, aprovechó el momento para anunciar que en breve se firmarán cuatro nuevos acuerdos con los agentes del diálogo Social (empresarios y sindicatos) . El presidente de la Junta dijo antes, en referencia a la intervención de Pablo Fernández que «ahora entiendo a la vicepresidenta Yolanda Díez cuando dice que esta rodeada de egos y que quiere un nuevo Podemos sin ideología preconcebida. ¿Iba por usted?». Además, mostró su preocupación por cómo Pablo Fernández traslada la imagen «apocalíptica» de la Comunidad.

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