Llamada a «aprender del pasado» para recuperar la concordia que cimentó la Constitución

Marcelino Oreja, Josep Piqué, Manuel Álvarez Tardío y Adolfo Suárez alertan sobre la «deslegitimación» del texto constituyente pero recuerdan que «el populismo no se combate con más populismo»

El secretario del Congreso de los Diputados, Adolfo Suárez Illana, los exministros de exteriores Marcelino Oreja y Josep Piqué, y el historiador Manuel Álvarez Tardío en su ponencia. HERAS

ABC

La mesa ‘Concordia, Constitución y patriotismo’ , con la que la Convención Nacional del Partido Popular ha dado comienzo al turno vespertino de su jornada vallisoletana, hizo una llamada a «aprender del pasado» a través de una «verdadera memoria histórica» para recuperar la concordia que cimentó la Constitución española como «documento de todos, y no de parte, para establecer en España una democracia representativa y liberal».

Esa fue la principal advertencia que los cuatro ponentes , el secretario del Congreso de los Diputados, Adolfo Suárez Illana , los exministros de exteriores Marcelino Oreja y Josep Piqué , y el historiador Manuel Álvarez Tardío , expresaron durante su exposición en la cuarta mesa que la segunda jornada de la Convención Nacional del PP celebra este martes en la Cúpula del Milenio de Valladolid, ante la presencia del presidente nacional del partido, Pablo Casado, y el presidente del PP de Castilla y León y de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco , informa Ical.

Tras la presentación de los ponentes por parte del secretario del Congreso de los Diputados, Adolfo Suárez , que hizo las veces de moderador de la mesa ‘Concordia, Constitución y patriotismo’, ha tomado la palabra el exministro de Asuntos Exteriores durante el Gobierno de Adolfo Suárez, Marcelino Oreja, que situó la concordia como centro de su discurso. Una concordia que, para Oreja,«no se debe confundir con la conformidad de opiniones» pero que sí debe contar con «corazones sanos» como tuvo la establecida en 1978, a través de una Transición para cuyo logro ha destacado el exministro de Exteriores la labor de Suárez y del Rey Juan Carlos I , y que ahora, tras recorrer un «tortuoso camino» durante más de 40 años, ha acabado en «la discordia presente en la política y los medios de comunicación, más que entre los ciudadanos».

Frente a la situación actual, el exministro de Exteriores ha llamado a «salvar la concordia, tantas veces rota» , enterrando los odios y los rencores.

Por su parte, el también exministro de Exteriores, en este caso con el Gobierno de José María Aznar, Josep Piqué , ha reivindicado la Constitución de 1978 por ser «la primera en la que el consenso primó por encima de todas las consideraciones » para que fuese «un documento de todos y no de parte», como ejemplo de «cosas que requieren de un consenso para que tengan continuidad en el tiempo» y que además es «ejemplo a seguir» en el exterior.

Por esa razón, Piqué consideró necesario « solidificar ese espíritu» en un momento en el que la geopolítica «vive en una confrontación sistémica entre quienes organizamos la sociedad como ciudadanos libres e iguales, en democracias parlamentarias, representativas y liberales, y quienes actúan con agresividad para establecer un modelo político dictatorial».

«Esos adversarios están ahí», ha alertado Piqué, que también ha mencionado a los «caballos de Troya dentro de nuestras sociedades democráticas» en relación a «los populismos, que cuestionan nuestros valores y principios, a veces de frente y otras de manera sibilina», con el «socavo» del poder legislativo y judicial como «camino más rápido hacia la pérdida de libertades y de la democracia liberal».

Tras la intervención de Piqué, fue el turno del historiador y catedrático Manuel Álvarez Tardío , que ha aseverado que «el empeño o la necesidad de apelar a la Constitución y hablar de la concordia con cierta nostalgia de la Transición es porque estamos viendo que algunos de los pilares sobre los que se asienta la democracia están en peligro o están siendo socavados».

En ese sentido, ha alentado al Partido Popular a situarse en «la centralidad del sistema político», no entendida esta como ideología de centro sino como «espacio donde, más allá de las diferencias políticas o ideológicas, se permita compartir un proyecto común con el adversario, que no enemigo» político.

Un papel «central» en defensa de la Constitución, «hoy en peligro como garantía del pluralismo» , que está siendo atacada por «la izquierda radical, que hoy está en el Gobierno e influye en el discurso del PSOE contra la democracia pluralista», en una «peligrosa deriva» por la que la formación socialista está, según este historiador, «dejando de defender algunos valores que ha defendido durante mucho tiempo».

Concluyó la mesa el secretario del Congreso de los Diputados, Adolfo Suárez Illana, señalando dos ideas: por un lado, que «ni la Guerra Civil ni la Transición fueron inevitables» , puesto que se configuraron como «fruto del esfuerzo de mucha gente, en un caso para enfrentarnos y en el otro para entendernos». Pero ha señalado asimismo Suárez que «ambos son parte de nuestra historia y es posible aprender de ellos y de lo que funcionó y no».

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