Juan José Campanella: «Estoy sufriendo mucho la ola de corrección política»
El cineasta argentino recibe en la gala de inauguración de la Seminci la Espiga de Honor por su trayectoria profesional

Había venido a hablar de cine, pero el teatro se le escapaba entre los dientes y le salía por la boca a borbotones. «Es que es una de las cosas más hermosas del mundo», se disculpaba con una sonrisa ancha el director, guionista y productor de cine y televisión, Juan José Campanella (Buenos Aires, 1959), que ayer recibió la Espiga de Honor de la Seminci, en Valladolid, por su fructífera carrera tras las cámaras, antes de regresar a los escenarios.
Campanella, conocido mundialmente por ‘El secreto de sus ojos’ (Argentina, 2009), contó en una mesa redonda con la prensa que «hacer una película es como cocinar». «La tele se te lleva el plato y no lo ves, pero el cine es un proceso, es el llevarlo a la mesa, presentarlo, ver si a los comensales les ha gustado», explicaba el cineasta para añadir que el teatro «tiene una cosa que al cine se le escapa; en el teatro está el alma de los actores, es una ida y vuelta constante con el espectador».
Él, como las artes escénicas, también se pasa la vida de ida y vuelta entre salas de cines y festivales, porque la de ayer fue la sexta ocasión en que pisaba tierras vallisoletanas, casi « su segunda casa», reía el argentino. La primera vez fue en 1991, cuando viajó por primera vez a España para presentar ‘El niño que gritó puta’. Después llegó todo lo demás, hasta el Óscar con ‘El Secreto de sus ojos’ en 2010. «Pero durante la gala no disfrutas nada, ¿eh?, es todo una actuación, un espectáculo. Yo estaba más pendiente de no meter la pata que de otra cosa», comentó jocoso para desvelar que, durante su discurso, la cuenta atrás en números brillantes le ponía nervioso: «No podía apartar la mirada del contador».
Al día siguiente se levantó a las 7 de la mañana para ir a trabajar, estaba rodando un capítulo de ‘House’. Porque, recordó, la vida sigue después de los premios, «¡Y encima no me dieron ni una cajita para meter la figurilla!», bromeó. El humor es un pilar en su vida y su filmografía, «Fíjate que a veces tengo que cortarme, que revisarme, porque ‘El Secreto’ (un thriller dramático) al principio iba a ser una comedia, el humor me sale solo», explicó para defender que se trata de una herramienta imprescindible en el cine y, sobre todo, en la vida. «Ahora estoy sufriendo mucho la ola de corrección política y todas las limitaciones al humor que estamos viviendo. El humor es mejor y cumple un cometido más importante cuando habla de cosas más fuertes y dramáticas», arguyó, ya que para él es una catarsis. Campanella, en defintiva, habló de teatro y luego de cine y luego otra vez de teatro. «Un poquitito, nada más».
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