Ocio
En la «intimidad» del camerino
El Teatro Zorrilla de Valladolid acoge el montaje «Bette&Joan», en el que Yolanda Aréstegui y Goizaldez Núñez dan vida a las dos grandes divas de Hollywood
![Cartel del montaje «Bette&Joan», de Descalzos Producciones](https://s3.abcstatics.com/media/espana/2016/12/30/bette-kWMB--620x349@abc.jpg)
Uyyyy... ¡Llevo toda la vida viéndola!» señala la actriz Yolanda Aréstegui al ser preguntada por cuántas veces ha podido ver la mítica película «¿Qué fue de Baby Jane?». Tal es su admiración que cuando hace un tiempo descubrió que existía una función que transcurría en los camerinos de sus dos protagonistas, las divas de Hollywood Bette Davis y Joan Crawford, no se lo pensó dos veces y se lanzó a la producción de su versión española, en la que la propia Aréstegui comparte escenario con la actriz Goizaldez Núñez. El montaje, bajo la dirección de Carlos Aladro (Teatro de la Abadía), llega vuelve a subir al escenario este viernes en el Teatro Zorrilla de Valladolid tras una primera función ayer jueves.
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«Me costó mucho creerme que podía hacer la diva que fue Joan Crawford, pero desde el juego y perdiendo un poco la vergüenza, la verdad es que creo que lo he conseguido», señala la intérprete vasca Goizaldez Núñez, famosa por sus papeles en producciones de televisión «Buscando al Norte» o «Con el culo al aire», y que en esta ocasión cambia totalmente de registro. «Es también lo bonito de estos dos papeles. Generalmente nos contratan para hacer lo contrario», apunta Yolanda Aréstegui, para quien hay muchas capas encerradas en esta obra, que entre otras cosas, reivindica la situación de esas actrices que a los cincuenta entran en el ocaso de sus carreras: «Hay muchas situaciones en las que te identificas con lo que les pasa».
«Hacía muchísimo tiempo que no estaba tan contenta de ser actriz», señala Yolanda Aréstegui
Y es que el autor del texto original, Anton Burge, basándose en declaraciones y documentos grabados, consigue meterse en el papel de estos dos iconos del cine, invitando a descubrir sus miedos, ambiciones, amores... Y todo, en la «intimidad» de sus camerinos. «Siento que estoy un poco en casa y que me están viendo por el ojo de una cerradura. Nunca me había pasado en escena y creo que es una sensación muy bonita para un actor», explica Aréstegui, quien apunta que «hacía muchísimo tiempo que no estaba tan contenta de ser actriz». Ambas intérpretes auguran, además, mucho futuro a este montaje, ya que coinciden en que sus personajes «tienen un recorrido muy largo».