Igea-Fuentes: diez «actos» de separación
Las dos caras visibles de Ciudadanos en Castilla y León acumulan rencillas sin que se vislumbre una solución al problema
En un partido sin una jerarquía interna autonómica definida como ocurre en el caso de Ciudadanos, dos hombres con muy poco en común -quizás su pregonada condición de liberales y poco más- protagonizan un duelo marcado por continuos golpes bajos cuyas consecuencias están aún por conocer y resolver. Aupados al «olimpo» políticos de Castilla y León al ocupar dos cargos de absoluta relevancia, el vicepresidente de la Junta y consejero de Transparencia, Ordenación y Acción Exterior, además de portavoz del Gobierno regional, Francisco Igea, y el presidente de las Cortes, Luis Fuentes, miden día a día sus fuerzas -y sus diferencias- en una pelea más sibilina que ruidosa y que encadena capítulos como si de un mal culebrón se tratase. Uno, desde su posición de «verso libre» y sin dejarse ningún charco que pisar. El otro, desde un segundo plano, fiel a las consignas de Madrid y lanzando sus andanadas como si con él no fuera la cosa. ABC resume y recoge sus diez «mejores» momentos del año.
1) Con las primarias (y Clemente) empezó todo
Antes de que Silvia Clemente sorprendiera a todo el mundo al dejar el PP Y postularse, con el apoyo de la dirección de Cs, como candidata de esta formación a presidir la Junta para ser finalmente derrotada -con suspense y «pucherazo» incluido- por Francisco Igea, el entonces diputado por Valladolid promocionaba a Luis Fuentes para el puesto. Era una apuesta lógica que se fue al garete al comprobar cómo el líder en ese momento de los «naranja» en Castilla y León asumía las órdenes de Madrid y se ponía al servicio de la segoviana. No hubo ataques directos, pero esa relación ya quedó viciada desde entonces.
2) El «bueno» y el «malo» en el pacto PP-Ciudadanos
Mientras Igea demostraba su «querencia» por un pacto con el PSCL tras las autonómicas, Fuentes era fiel al partido y confiaba en que el acuerdo se cerrara con el PP, aunque su peso en la negociación fuera al principio relativo tras el envío de Madrid de «comisarios» de ambas formaciones para controlar el proceso. Esa discrepancia entre ambos se vio con claridad cuando el actual consejero aseguraba que muchos votantes de Cs «están cabreados y decepcionados» por el «matrimonio con el PP y días después Fuentes lo negaba en las páginas de ABC y lo reducía a una «apreciación de Igea».
3) Las dudas sobre la Presidencia de las Cortes
Con el acuerdo de gobernabilidad cerrado pero con dudas sobre el reparto de «cargos» con los populares, el primer paso era el nombramiento de Fuentes como presidente de las Cortes. El salmantino no las tenía todas consigo y horas antes de la votación confesó que no sabía «si los doce procuradores» de Ciudadanos le respaldarían. Finalmente obtuvo su apoyo.
4) El apoyo a Pedro Sánchez del «verso suelto»
Igea volvió a tensar la cuerda con el entonces líder nacional, Albert Rivera, al ser uno de los «díscolos» favorables a levantar el veto para negociar un Gobierno con Pedro Sánchez, mientras Fuentes seguía fiel a las consignas de la dirección y destacaba que esa era la posición del Comité Ejecutivo.
5) Un «pisito» que no estaba para entrar a vivir
Superadas -o aparcadas- las tensiones políticas, llegaron las domésticas. El presidente de las Cortes mostró su intención de utilizar el piso existente dentro del edificio para pernoctar cuando su agenda lo hiciera necesario dejando así una vivienda en alquiler en Valladolid que usaba con anterioridad. Igea lo desautorizó a su manera: «A mi no me gusta que esas dependencias sean ocupadas y no se aprobará ningún gasto excepcional para ello».
6) Un arrebato personal cambiante y desmentido
Uno de los capítulos más surrealistas fue cuando al vicepresidente de la Junta decidió hablar en nombre de Ciudadanos y plantear romper los acuerdos en comunidades entre Cs y PP para facilitar un gobierno nacional con el PSOE después de que socialistas y Unidas Podemos anunciaran por sorpresa su preacuerdo. Igea cambió de versión en varias ocasiones en las siguientes horas para acabar proponiendo gobiernos a tres en las autonomías y en España. Fuentes «destruyó» sus teorías afirmando que «en el ADN de Cs está cumplir los pactos que firma».
7) Ni siquiera se libra el Día de la Comunidad
Tras el «pisito», el presidente del Parlamento regional se fue a León a anunciar prácticamente la supresión de la Fundación Villalar -algo que de momento no va a ocurrir- y en su deriva llegó a cuestionar la fiesta de la Comunidad en la localidad comunera. Igea le desautorizó al señalar desde el Consejo de Gobierno que se trataba de «una idea personal» de Fuentes ajena a Ciudadanos.
8) Sin palabra ni por alusiones
Es en las Cortes donde Fuentes puede actuar como «jefe» de Igea y no dudó en ejercer su autoridad hace unas semanas al impedir el uso de la palabra de su compañero, que se había sentido aludido por la intervención de la socialista María Díaz. Pese a que la portavoz de Cs, Ana Carlota Amigo, recordó al presidente del Parlamento regional que un miembro del Gobierno regional puede hacer uso de la palabra, éste se mantuvo en sus trece.
9) El Consejo General de Cs: un «bochorno» más
Contundente también fue el choque entre ambos tras el último Consejo General de Ciudadanos en el que se nombró la gestora tras la dimisión de Ribera. Después de que se filtraron unos audios internos de Igea en los que criticaba duramente la fórmula de la elección de la misma, Fuentes volvió a ejercer de hombre de partido para afirmar que su compañero había acudido a esa cita como «invitado» y que sus palabras no representaban a los afiliados del partido naranja en la Comunidad. Estas palabras fueron criticadas por los «cercanos» a Igea, que recordaron a Fuentes el triunfo en las primarias por el apoyo de los militantes. Igea tiró de ironía días después, dijo comprender las palabras del salmantino y se preguntó qué hubiera ocurrido si el candidato a presidir la Junta por Cs hubiera sido Fuentes en lugar de él.
10) Un delito leve, en manos de Madrid
La última muestra (por ahora) de desafecto se dio la pasada semana. Francisco Igea había declarado como acusado en el juicio por un delito leve de amenazas contra otro miembro de Ciudadanos con el que tuvo un duro encontronazo en la calle coincidiendo con las primarias de Ciudadanos en Castilla y León. Preguntado sobre qué consecuencias políticas conllevaría una posible condena por este asunto, Luis Fuentes hizo gala de su falta de empatía y lejos de minimizar el caso, se limitó a señalar que sería una decisión del Comité de Disciplina y de Derechos del partido.
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