Los hosteleros zamoranos temen que la esperada Semana Santa deje beneficios «ridículos» por los disparados costes
Advierten de que «ya hay distribuidores que notan la merma» de determinados productos
Los hosteleros y hoteleros zamoranos temen que la Semana Santa «que parecía que iba a ser la de la recuperación» de las cifras de años anteriores a la pandemia deje beneficios muy inferiores a los esperados, debido al constante incremento de los costes en todos los frentes.
« Esperábamos una Semana Santa gloriosa , según el nivel de reservas que había y que iba a superar al de 2019, como pasó con los puentes de verano pero muchos empresarios están descubriendo que, aun llegando a cifras superiores de reservas y de ocupación, los beneficios pueden ser hasta ridículos», explicó, en declaraciones a la agencia Ical, el presidente de la Asociación Zamorana de Empresarios de Hostelería, Óscar Somoza .
«Los hoteles vendieron durante los últimos meses a un precio, contando con determinados costes y los restaurantes ofrecieron menús según ciertos cálculos pero, cuando llegue el momento, se habrán quedado muy cortos en al presupuesto por el incremento brutal de los costes del producto», añadió.
La situación puede verse marcada también por la huelga del transporte aunque, en los primeros días, «no ha habido excesivos problemas», ya que «estaban llenos» los almacenes. «No obstante, ya empieza a haber distribuidores que notan la merma de producto y que dosifican la mercancía para evitar el desabastecimiento en determinados sectores. La huelga parece que continúa y el problema del desabastecimiento puede llegar a producirse», subrayó.
En este sentido, destacó productos como el aceite de girasol, «que afecta a muchos negocios», como los relacionados con la restauración y la producción de bollería y fritos, por ejemplo. «Cada producto es un mundo. En Zamora, parece que no habrá problemas con las existencias de harina, ya que es de las mayores productoras, pero las panaderías tienen problema con el aceite y con el precio».
Además, Óscar Somoza recordó que los precios de los combustibles «afectan de lleno a todo a la redonda» y expuso, como muestra el caso de su propio negocio: «La última vez, compré el gasóleo de calefacción a 90 céntimos y ahora está a casi el doble. Los hoteles no usamos pellets que, en cualquier caso, también han subido».
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