El Hospital Clínico de Valladolid y el Germans Trías de Badalona, pioneros en monitorizar el corazón en remoto
Un chip en la aurícula izquierda del paciente permite monitorizar su presión interna mediante un router para adecuar la medicación que precisa en cada momento
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Algo tan pequeño como un chip ha ayudado a Eduardo, de 78 años, a no visitar el hospital en los últimos siete meses. De normal, como ha asegurado él mismo y confirma el jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Clínico Universitario de Valladolid, Alberto San Román Calvar, este paciente solía ingresar cada «tres o cuatro meses» con los «pulmones encharcados». El sensor que se le ha implantado es el V-LAP de Vectorius , la primera tecnología de este tipo destinada a monitorizar de forma remota el corazón para enfermos que, como Eduardo, sufren de insuficiencia cardíaca.
Esta dolencia, como ha explicado, el doctor San Román, tiene «una mortalidad por encima de muchos cánceres y esto va a más, porque la edad de la población aumenta». Según ha detallado, el 9 por ciento de los pacientes que ingresan mueren y «cuando les podemos dar de alta, el 15 por ciento fallece en el año siguiente, y de los que no, el 30 por ciento reingresan en el primer mes».
Esa es la realidad de un problema de «una magnitud extraordinaria», en palabras de San Román. A nivel general, el 2% de las personas por encima de los 70 años sufre de insuficiencia cardíaca y esta es la causa más frecuente de hospitalización en mayores de 65. «El 3% de los pacientes que hay en el Hospital Clínico Universitario de Valladolid está ingresado por insuficiencia cardiaca. Cuando alguien ingresa por ello, su pronóstico es muy sombrío», ha continuado.
Por eso, los esfuerzos de esta unidad pasan por alcanzar tecnologías que reduzcan esos porcentajes . Y no sólo buscan reducir el gasto sanitario que deriva esta enfermedad –el 3 por ciento a nivel nacional–, sino que Eduardo, el primer paciente con este chip de monitorización, en apenas un mes desde que ha recibido el alta ha visto como se fatiga menos y se encuentra «mejor».
24 horas, 7 días a la semana
Este sistema de seguimiento tiene al paciente controlado las 24 horas del día los siete días de la semana. Según han aclarado desde el Servicio de Cardiología, funciona como un pequeño ordenador que mediante un router emite las lecturas del paciente a la nube, lo que permite controlar los datos por internet con el fin de proporcionar instrucciones específicas, modificar las dosis de la medicación o tomar mejores decisiones que con un seguimiento «de los de toda la vida».
Para implantar el sistema, se realiza una cirugía mínimamente invasiva mediante un cateterismo. Luego, el paciente se tendrá que poner varias veces al día una especie de cinturón para transmitir la información.
El procedimiento, en fase de estudio, mide la presión del corazón –en concreto la auricular izquierda–, crucial en estos pacientes para controlar el encharcamiento de pulmones, además de otras posibles afecciones cardiacas. Las siguientes etapas en su implantación, ha desvelado el coordinador de Cardiología Intervencionista, Ignacio Amat, pasaría por colocar otro chip que sea capaz de aliviar esta congestión.
De momento, los resultados de esta primera fase son «muy buenos», según ha reconocido Amat, y si sigue funcionando se combinará con el otro chip. El Hospital Clínico de Valladolid y el Germans Trías de Badalona son los primeros de España en internarse en el uso de esta tecnología, desarrollada por la empresa israelí Vectorius. Estos centros, junto con varios del país de origen del V-LAP y Alemania son los pioneros en esta terapia que se presenta como «herramienta fundamental» para conocer la presión interna del corazón y «adecuar el tratamiento y evitar los reingresos», detalló Arranz.
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