Guédiguian invita a reflexionar sobre los «errores y los horrores del colonialismo» con ‘Mali Twist’
El cineasta francés ha presentado en Valladolid el estreno mundial de su último largometraje, ambientado en Bamako en 1962 en los dubitativos inicios de la independencia del país africano
«Tenemos que comprender nuestros errores y nuestros horrores. Es necesario en Francia y en Europa hablar del colonialismo. Toda la situación actual de la inmigración está relacionada con el crimen contra la humanidad que fue aquello». Contundente, combativo y militante, como siempre y como nunca, Robert Guédiguian ha presentado este lunes en la 66 Semana Internacional de Cine de Valladolid el estreno mundial de ‘Mali Twist’, su último largometraje. El realizador marsellés, querido como pocos en Valladolid y fiel al festival desde sus inicios, expone en su último trabajo una idealista e imposible historia de amor, que transcurre en paralelo con una idealista e imposible revolución: el proceso de independencia que inició el país africano a comienzos de los años 60 y las circunstancias que llevaron a su fracaso.
En declaraciones recogidas por Ical, Guédiguian ha explicado que la idea de rodar esta película surgió al ver una exposición de fotografías de Malick Sidibé, que en los años sesenta fotografiaba a jóvenes en clubes de baile de Bamako . «Sus fotos representaban a jóvenes con una vitalidad increíble, con mucha alegría. Estaban vestidos con ropa muy extravagante, de fiesta, y tras verlas decidimos documentarnos sobre el Mali de esa época. Fue entonces cuando descubrimos que el país vivía entonces un momento revolucionario. Pocos años después de haber declarado su independencia, estaban intentando crear un socialismo panafricano, implantar el comunismo al fin y al cabo», ha relatado.
«Aquel momento de comunismo en África fue milagroso. La independencia se logró con total paz. El presidente Modibo Keïta quería recrear una comunidad muy humana, con una visión panafricana. Le hubiera gustado que ese colectivo fuera más allá de las fronteras que fueron fabricadas por Francia y por Occidente. Fue un momento revolucionario, y a mi me interesan todos esos movimientos revolucionarios», ha recalcado el cineasta para subrayar que el material que descubrieron les hizo plantearse la posibilidad de rodar un documental o una serie, pero Guédiguian decidió que ahí estaba el germen de su nuevo largometraje. «P ienso que el protagonista podría ser mi yo de aquel momento . En esa época yo tenía 18 años, era un joven revolucionario de tendencia comunista, era idealista y debo reconocer que bailaba el twist y el rock incluso mejor que el protagonista », zanja entre sonrisas.
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