La Guardia Civil reconstruye un posible atropello en la zona en la que fue hallado el cadáver de Esther López

Los agentes buscan nuevos rastros que puedan ayudar a esclarecer la investigación

La autopsia señala que Esther López murió por una hemorragia interna

Miembros de la Policía Judicial trabajan en el lugar donde fue hallado el cuerpo ICAL | Vídeo: ATLAS

M. Gajate

El paraje de la Carrascosa sigue impregnado de desconcierto. Desde que el sábado por la mañana un senderista hallara el cadáver de Esther López «a la vista» en una cuneta los miles de interrogantes que desde el principio han envuelto el caso de la desaparición de la joven de 35 años se han multiplicado. La autopsia ha descartado la muerte natural. Varios traumatismos en el tórax y abdomen y una posterior hemorragia interna acabaron con su vida. Qué los provocó sigue siendo una incógnita. Cada parcela de maleza, metro cúbico de tierra y cada centímetro de arcén de la carretera de entrada a la localidad vallisoletana de Traspinedo pueden ser los únicos «testigos» de lo ocurrido y por ello ayer la Guardia Civil volvió al lugar en el que apareció su cuerpo junto a todas sus pertenencias para reconstruir el posible escenario de un accidente de tráfico, una de las hipótesis que están sobre la mesa.

Tres días después del hallazgo del cadáver, varias patrullas de la Guardia Civil fueron llegando ayer a la zona para proceder de nuevo a cortar la carretera que la Policía Judicial había peinado en busca de pruebas durante horas el pasado sábado tomando muestras de la tierra de la cuneta sobre la que estaba el cuerpo y otra serie de efectos. En este caso, las actuaciones se centraron sobre la calzada y la zanja de metro y medio con trabajos de medición de distancias y trayectorias y pruebas de velocidad como las que se suelen realizar en investigaciones por accidentes, en los que también se revisan posibles huellas sobre el asfalto en este punto del trazado, una zona cercana a una curva sin mucha visibilidad.

La inspección sobre la carretera llegaba después de que el informe forense preliminar descartara la muerte natural y revelara que la joven falleció a causa de varios traumatismos cuya causa no ha sido clarificada, pudiendo deberse a lesiones de carácter homicida o de índole accidental, lo cual podría albergar desde una caída hasta un atropello en una carretera que se encuentra a menos de 700 metros del restaurante La Maña, donde Esther se apeó del vehículo de un amigo en la madrugada del 12 de enero y se le perdió el rastro. Ayer , la Benemérita recorría el trazado desde el establecimiento al municipio pasando por este punto, que podría ser uno de los caminos de vuelta a casa que podría haber tomado la joven.

La investigación revisa también las horas de grabación de los drones que sobrevolaron la zona en busca del cuerpo para tratar de dilucidar si siempre estuvo allí. La Guardia Civil y los vecinos dudan de ello, por ser una zona con afluencia de caminantes y ciclistas, aunque quedaba fuera del perímetro de las batidas oficiales, y se trataría de una carretera con bastante tráfico. La autopsia también lo pondría en duda.

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