Feminismo militante en Zamora
La ciudad imprimirá mensajes en los tiques de la ORA para romper estereotipos al volante: «¡Mujer tenía que ser!»
Del «¿Qué hace una mujer fuera de la cocina? Turismo» al «¡Mujer tenía que ser!» para hacer alusión a la conducción femenina han pasado tres años de campañas municipales de Igualdad en Zamora que no han dejado indiferente a nadie. Han sido acciones que han generado debate y que en algunos casos, como en la de chistes machistas de hace tres años, no han estado exentas de polémica, pero también de premios publicitarios por su contenido.
La última iniciativa, presentada esta semana, consistirá en utilizar los tiques que expiden las máquinas de la ORA, las zonas de aparcamiento regulado de pago, para, por la parte trasera, lanzar mensajes que rompan los estereotipos sobre la forma de conducir de las mujeres . «No se acuerda de tu madre cuando aparcas. ¡Mujer tenía que ser!», esa es una de las cuatro ideas que la Concejalía de Igualdad de Zamora recordará a los conductores durante un año, lo que supone que unas cuatro mil personas que se calcula que sacan papeletas de la ORA cada día (cerca de un millón de tiques en total) impriman en su parte trasera mensajes que destierran prejuicios sobre las conductoras : «Solo usa el pi, pi, piii, para evitar accidentes», «Respetan las normas de circulación» y «Solo sufren el 19% de los accidentes mortales» son las otras tres leyendas elegidas para la campaña, en todos los casos con la apostilla «¡Mujer tenía que ser!».
Antes de la pandemia, el área municipal de Mujer e Igualdad aprovechó las fiestas de Carnaval de este año para desenmascarar los «disfraces de agresiones sexuales» en la que hizo hincapié en excusas típicas de los agresores que nunca deben servir de justificación como «para no querer se arrimaba mucho», «no me dijo que no», «yo no hice nada, solo miraba», «era un juego» o «estaba borracho, no sabía lo que hacía». El pasado año, desde el Ayuntamiento de Zamora también se promovió una campaña «contra la dictadura machista» que oportunamente se llevó a cabo semanas después de la exhumación de los restos de Franco y que recogía frases dichas por hombres que proyectaban la sombra de un dictador como «calladita estás más guapa», «enséñame el móvil» o «este trabajo es solo para hombres».
Más eco mediático aún tuvo la campaña «Zamora libre de machotes» en la que se colocaron carteles que simulaban ser señales de tráfico de prohibición con mensajes de «no a los piropos», «no a los mirones» y «no a los sobones» . Pero, sin duda, la campaña que mayor controversia y comentarios generó fue la que reproducía chistes machistas como «¿En qué se parecen las mujeres a las pelotas de frontón? En que cuanto más fuertes les pegas, antes vuelven» y que bajo ellos, con tipografía más pequeña, recordaba que «la violencia hacia las mujeres no es un chiste. No seas cómplice». Esa acción tuvo tal eco y generó tanta polémica que contó con una segunda parte en la que los chistes fueron sustituidos por la leyenda: «¿Y ahora? ¿Vas a volver a contar algún chiste machista?».
Buscar el debate
Sobre la estrategia de estas campañas, la actual concejala de Igualdad y Mujer del Ayuntamiento de Zamora, Carmen Álvarez, sostiene que estas campañas suelen ser eficaces porque «al menos provocan debate y cada vez que hay debate se cambia de pensamiento y se modifican estereotipos». Al respecto, afirma que con ellas se pretende «modificar los comportamientos y los valores sociales de los zamoranos que se basan en un sesgo sexista».
El objetivo último, según sostiene, es el de «trabajar por la igualdad» y visibilizar «las desigualdades que existen entre hombres y mujeres que a veces pasan inadvertidas». A su juicio, se trata de transmitir valores y actitudes igualitarias, «si a eso se le llama feminismo, pues claro que es feminismo porque el grupo desfavorecido en esto es el de las mujeres». Para esta edil de Zamora es «imprescindible afianzar la igualdad de género modificando los valores sociales» y desde el equipo de Gobierno de IU del Consistorio zamorano están «comprometidos con acabar con los prejuicios», como el asociado al comentario de «¡mujer tenía que ser!».
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