La enmienda de Mañueco a Casado deja 'tocado' al gobierno de coalición
El presidente agradece la disposición al diálogo de Tudanca, que presume de lograr la retirada de la reforma sanitaria
Igea advierte de que «nov amos a quitar nada» y recuerda que el reparto de consejerías está en el pacto PP-Cs
Tocado pero no hundido. Así queda el Gobierno de coalición PP-Cs después de que el propio presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco y sus procuradores, aprobasen una Proposición no de Ley (PNL) en las Cortes regionales del Grupo Socialista para retirar «el plan de reestructuración de la Atención Primaria en el medio rural» impulsado por la consejera de Sanidad. Aunque la mañana fue intensa en el parlamento autonómico donde los nervios en los representantes de las dos formaciones fueron más que evidentes, finalmente el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, aseguró que el pacto sigue vivo, si bien no se movió ni un ápice en su defensa de la reforma del sistema sanitario tal y como lo ha diseñado el departamento de Verónica Casado. Tampoco tuvo reparos en asegurar que «no se va retirar nada» y que las competencias en sanidad son de una de las consejerías que asumió Ciudadanos en función del pacto de gobierno. De ella son las tareas en sanidad, sentenció.
El terremoto político comenzó la jornada anterior cuando Mañueco anunció en el pleno que el PP apoyaría la iniciativa del PSOE, al tiempo que tendió la mano a Tudanca para acudir a su despacho con ánimo de negociar sobre la sanidad, proposición que aceptó. Así que ayer, a primerísima hora de la mañana, un ofendido Igea, anunciaba su intención de comparecer ante los medios de comunicación para dar su versión de los hechos.
Y así lo hizo pero, antes, las Cortes debatieron la polémica PNL en la que el procurador de Ciudadanos, José Ignacio Delgado, presento como alternativa una enmienda de adición en la que curiosamente sí recogía la retirada del plan, pero incluía la negociación de todos los grupos antes del 15 de octubre de un paquete de medidas que fortalecieran la Atención Primaria y garanticaran la asistencia presencial médica y de enfermería en todos los Centros de Salud y consultorios locales de la red. La enmienda no llegó a votarse porque fue rechazada por el PSOE, que sí logró sacar adelante su PNL para la retirada del plan de reestructuración sanitaria con el apoyo no sólo de todos los grupos de la oposición, sino también del PP, mientras que los once parlamentarios de Ciudadanos optaron por la abstención. De esta forma se hizo evidente la crisis entre las dos formaciones que sustentan el Gobierno de coalición, fisuras que , en el caso de los populares, tienen mucho que ver con la necesidad de tomar posiciones para las elecciones autonómicas de 2023, conscientes de que los socialistas les están ganando la calle al encabezar las movilizaciones sanitarias contra un plan diseñado por un partido, Ciudadanos, al que las encuestas dan por desaparecido. El PP no parece estar dispuesto a asumir un coste político que puede suponer un serio disgusto en la próxima cita electoral, así que el objetivo es ahora neutralizar al PSOE ofreciéndole la posibilidad de negociar y esperar si mantiene el deseo de dialogar o se vuelve a levantar de la mesa.
«Tontería de iniciativa»
La estrategia de los populares también pasa por negar la mayor, como lo hizo el procurador Alejandro Vázquez, que durante su intervención en el pleno dijo que «no hay ningún plan de reforma», dado que nada había sido aprobado por el Consejo de Gobierno. Curiosamente, los 29 procuradores votaron a favor de la retirada del citado «no plan». El propio Igea llegó a justificar durante su comparecencia la abstención de su grupo en que «la iniciativa era tal tontería que no merecía ni nuestro voto».
La rueda de prensa del vicepresidente de la Junta duró más que el encuentro entre Mañueco y Tudanca, que se produjo una vez concluido el pleno, en el despacho del primero. Ambos aseguraron salir de él más que satisfechos, a tenor de los comunicados emitidos por sus respectivos partidos ya que ni uno ni otro quisieron hacer declaraciones al respecto. De esta forma, el presidente de la Junta ofreció al líder de la oposición «una nueva oportunidad al diálogo para trazar el mejor sistema sanitario para las personas de la Comunidad». Durante la reunión, «que ha discurrido en un ambiente de cordialidad y colaboración», Mañueco emplazó a Tudanca a participar con la consejera de Sanidad en los trabajos del grupo de expertos designados para desarrollar el ámbito sanitario del Pacto por la Recuperación Económica. Reiteró, además, que «todos los consultorios locales de Castilla y León van a permanecer abiertos y recuperarán la presencialidad lo antes posible posible».
En la otra parte, el portavoz socialista se reconoció «muy contento y satisfecho» con la reunión, en la que puso como condición para seguir negociando la retirada formal del proyecto de reordenación en el Consejo de Gobierno, la recuperación de la atención presencial y de la frecuencia de visitas de los profesionales sanitarios en los consultorios del medio rural. Tudanca se mostró ayer entusiasmado «por haber logrado parar la reforma sanitaria que el Gobierno del señor Mañueco y el señor Igea ha intentado implantar desde el inicio de esta legislatura».
«Error de estrategia»
Quien no estaba ni mucho menos satisfecho fue Francisco Igea, que se reconoció «molesto» con la actitud del PP . De hecho, reconoció, que se había enterado de su apoyo a la iniciativa socialista cuando el propio Mañueco lo anunció el lunes en el pleno. Durante su comparecencia, que realizó acompañado de los otros tres consejeros de Ciudadanos -Verónica Casado, Carlota Amigo y Javier Ortega- y el portavoz del Grupo, David Castaño, puso todo su empeño en asegurar que el pacto de gobierno con los populares seguía vigente, un hecho que justificó en que «no vamos a generar inestabilidad; la gente no quiere un adelanto electoral». Incluso llegó a señalar que de ahí «no saldría un mejor gobierno». Dicho lo cual, dedicó su comparecencia a deslegitimar el apoyo de sus socios en la Junta a la iniciativa del PSOE hasta el punto de calificarlo de «error político de estrategia, al apoyar al PSOE más sanchista» y reconocer que «no es una buena noticia». También lanzó mensajes claros y nítidos a los populares: el acuerdo de Gobierno recoge el reparto de consejerías (cuatro para Ciudadanos) y entre ellas está la de sanidad, de forma que, advirtió, «es a este departamento al que le corresponde definir la política sanitaria».
Igea defendió a capa y espada a la consejera de Sanidad , a la que no dejó responder a una pregunta de ABC, argumentando que la rueda de prensa la había convocado él y representaba a los cuatro consejeros de Cs. Y también evidenció intención de seguir con las 120 medidas recogidas en el documento consensuado por los expertos para la reforma sanitaria «que es nuestra hoja de ruta».
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