Empresas
Empresas ante el Covid-19: versatilidad para ayudar
Las compañías aúnan flexibilidad organizativa y altruismo en su labor diaria para implicarse en la lucha contra la pandemia
Reinventarse, reciclarse, reorientarse. Verbos de uso muy frecuente en el mundo del marketing que cobran fuerza y toman cuerpo para hacerse realidad en muchas empresas de Castilla y León durante las últimas semanas ante la gravedad de la crisis sanitaria del coronavirus. Por compromiso social, por altruismo, por sensibilidad frente a la situación de emergencia, los empresarios tiran de manual de resiliencia y flexibilidad organizativa para intentar mantener su actividad en marcha y dar respuesta a las demandas más apremiantes en la lucha contra la pandemia. Como en una moderna economía de guerra. Patentar un innovador detector de temperatura corporal en lugares de tránsito en entornos laborales, hacer mascarillas donde antes se trabajaba con patrones de ropa de estilo clásico, o fabricar biombos y camas ultraligeras a partir de tableros con destino a hospitales y centros de mayores son solo algunos ejemplos de la firme voluntad de ayudar.
Detectar de forma rápida a posibles contagiados de COVID19 en zonas de paso de entornos de trabajo, gracias a la monitorización de temperatura, es ahora mismo el eje de las actuaciones de la empresa vallisoletana Outsourcing Group, que se suma así al combate contra la enfermedad desde el desarrollo tecnológico. Gracias a su sistema Temp Stop, esta consultora técnica presente en otras capitales españolas como Madrid, Barcelona o Málaga, con más de cuarenta empleados en plantilla, se reinventa de urgencia y pone rumbo a este momento excepcional por la crisis de salud pública, con sus conocimientos de termografía derivados del hallazgo de fugas en centrales solares. Es una solución fruto de una mentalidad innovadora que se adapta a las necesidades de cada cliente, con una alta fiabilidad, y especialmente útil para actividades que siguen operativas durante el confinamiento, como fábricas e industrias.
Según explica Abelardo Blanco, directivo de la compañía, la gran ventaja de Temp Stop radica en que las cámaras que utilizan son bastante más asequibles que las usadas para centrales solares, «ya que no requieren tanta precisión en cuanto a óptica. Hemos lanzado esta solución por ser muy rápida, sencilla en instalación y además económica». Las prestaciones no quedan ahí, ya que también permite el control del personal en espacios abiertos, «y brinda la posibilidad de simultanear monitorizaciones, al ofrecer una mayor rapidez en los accesos del personal y evitar aglomeraciones». Tan pronto como se ha conocido la eficacia del sistema, ya han recibido peticiones de empresas de la región interesadas en contar con el dispositivo para controlar el acceso de los trabajadores.
El uso de cámaras termográficas detecta de forma rápida posibles infectados
Así, cuando una persona manifieste una temperatura corporal superior a la habitual, saltará una advertencia mediante avisos visuales, sonoros o mensajes. Para lograr esta detección, el sistema se basa en el uso de cámaras termográficas combinadas con un software propio, que fija los puntos de referencia en las áreas de paso de los empleados. Esta sencillez supone una de las grandes fortalezas del invento, en opinión de Abelardo Blanco, quien no obstante considera fundamental delimitar bien las zonas de acceso, «porque no es igual vigilar una que 28».
Mascarillas en lugar de abrigos
En Zamora, el sector de la moda se ha «reciclado» para cambiar los patrones de confección de prendas por los de las mascarillas. Dos ejemplos son la firma de moda femenina Ángel Iglesias, que ha elaborado las entregadas a la Junta de Castilla y León para su reparto entre colectivos de mayor riesgo, o la empresa textil Marae, de Coreses. Esta última firma ha cambiado los abrigos y otra vestimenta de corte clásico que ha usado hasta la biznieta de la reina de Inglaterra por las mascarillas destinadas a residencias de mayores, cuerpos y fuerzas de seguridad y otros trabajadores. Uno de los responsables de Marae, Raúl Escudero, indica que las mascarillas las han fabricado durante un mes, antes de que en mayo inicien la confección de las prendas del próximo invierno. Para ello, él, su hermana Manoli, y tres empleadas han acudido al taller para trabajar con el material de protección, mientras que otras cinco personas lo han hecho desde sus casas. Han cumplido unas estrictas medidas de seguridad e higiene para garantizar la idoneidad de las cerca de 14.000 unidades.
Las camas ultraligeras para hospitales son fáciles de montar y mover
Todas las personas de Marae han trabajado en ese proyecto solidario sin cobrar ni un euro por ello. Del total de mascarillas, únicamente un 5 por ciento se han puesto a la venta, «a un precio justo de 50 céntimos por unidad para pagar el coste de los materiales de todas las elaboradas». La empresa ha aportado todos los costes asociados a la fabricación, como luz, instalaciones y el trabajo voluntario de sus dos socios. Escudero explica que como en Zamora hay mucha gente mayor quisieron desarrollar una iniciativa solidaria a la que se sumó la plantilla. Tras asesorarse sobre el proceso de confección, comenzaron con mascarillas de dos capas, con tela que transpira e hidrófuga. «Lo hemos hecho como un servicio, ante la falta que había y por la urgencia», indica, tras admitir que han recibido llamadas de agradecimiento por las donaciones, «aunque nosotros con haber evitado algún contagio nos damos por satisfechos».
Marae es de las pocas empresas de moda españolas que apuestan por fabricar aquí y eso les ha permitido reciclarse ahora. «Si la crisis hubiera ocurrido hace 15 o 20 años no habríamos tenido tantos problemas de desabastecimiento de material sanitario, por el gran potencial industrial de entonces», indica Raúl, quien invita a consumir producto nacional y deja caer una reflexión muy actual. «Puede resultar algo más caro, pero crea empleo. La situación que vivimos demuestra que es necesario reindustrializar el país», afirma rotundo.
Biombos de Garnica
Desde el momento en el que se desató la actual crisis sanitaria, en Garnica -empresa con casi ocho décadas de experiencia en producción de tablero industrial de madera contrachapado- comenzaron a «pensar de qué manera, a partir de nuestro producto base, podíamos hacer o fabricar algo que pudiera ayudar». Según indican desde la empresa, «tenemos un departamento de I+D potente y bastante trato con empresas de carpintería locales, y lo que hicimos fue diseñar tres soluciones que pudieran servir: unos biombos separadores, unas camas ultraligeras y proyectos a medida para dividir espacios».
Todas sus fábricas, ubicadas en La Rioja, Valencia de Don Juan (León) -la más grande y de mayor producción-, Samazan (Francia) y Llodio (País Vasco), y todo el personal, están colaborando en la producción de tablero para estos proyectos. Los biombos son la solución más sencilla y consisten en un tablero mecanizado con unas patas que permite separar espacios. Fácilmente instalable y desinfectable. Hasta el momento han producido y donado más de 1.000 unidades a hospitales, residencias de personas mayores y de personas con necesidades especiales. «Estamos en contacto con centros de toda España, pero hemos priorizado las zonas en las que estamos ubicados, además de Madrid, por ser la más afectada», dicen desde la empresa.
Por su parte, las camas ultraligeras suponen «una solución un poco más técnica, más complicada». Se fabrican con una tablero ultraligero, que combina madera con una espuma, y además de ser «muy fáciles de montar, su poco peso hace que se puedan mover fácilmente». Ya han repartido más de 150 unidades, hasta el momento en La Rioja. Respecto a la tercera solución, se trata de proyectos a medida para hacer boxes, habitaciones completas encadenando biombos con uniones. «Lo que es el producto final lo hemos conseguido colaborando con empresas locales que desinteresadamente o en algunos casos solamente cubriendo costes nos han ayudado a hacer el mecanizado a raíz de nuestro tablero, que se produce en todas nuestras fábricas. Nosotros nos hemos hecho cargo de poner la materia prima básica, la parte del diseño de estas soluciones y también el transporte», apuntan desde la empresa, que seguirá adelante mientras su ayuda sea necesaria.
Noticias relacionadas