Empresas

Emprendimiento: una esperanza para el medio rural

Una exitosa plataforma pone en contacto a personas que quieren desarrollar una actividad en sus pueblos

Vecinos del municipio burgalés de Villahoz conocen la iniciativa Territorio Emprendimiento durante la visita de la autoridad comunitaria R. ORDÓÑEZ

I. MIRANDA

Una de las vivencias más duras es el desarraigo, la pérdida de tus raíces para marchar a otro lugar donde desarrollar tu proyecto, tu ilusión, tu carrera, y precisamente queremos ayudar a evitar esa situación». Así explica el abulense Francisco Martín, presidente de la asociación Territorio Emprendimiento y socio de Startup Village, la filosofía que ha inspirado a esta exitosa plataforma que pone en contacto a personas que desean montar su pequeño o mediano negocio, a menudo en el medio rural, en lo que él denomina un ecosistema emprendedor donde reciben asesoramiento y ayuda. «Ocurrencias hay muchas, las tenemos casi todos, pero afinar esa idea para convertirla en un proyecto viable ya es más difícil. Ahí es donde estamos nosotros, para colaborar y ayudar a verlas cosas de otra manera» explica Martín.

La experiencia atesorada por esta plataforma se ha podido ver recientemente en el encuentro para la repoblación rural y territorial celebrado en el Parador Nacional de Gredos, el más antiguo y uno de los más emblemáticos de la red, que contó con la presencia de expertos y representantes de ocho gobiernos autonómicos, diecinueve diputaciones y de la Comisión y el Parlamento europeos. De hecho, la declaración surgida en este cónclave apuesta decididamente por la innovación y el emprendimiento como elementos esenciales para contener la sangría demográfica de la España vaciada, sin olvidar la importancia de conectividad como requisito fundamental para desarrollar cualquier negocio. Sin un acceso rápido a internet y sin cobertura de telefonía móvil, las iniciativas lo tienen muy difícil.

Muy cerca de Lerma y en la Ribera del Arlanza, la localidad burgalesa de Villahoz acapara titulares de prensa y reportajes en televisión por la singular cruzada que ha puesto en marcha contra la despoblación, a partir de la iniciativa de pequeños emprendedores que quieren dinamizar el municipio de 300 habitantes, conocido por su rollo gótico jurisdiccional, sin desarrollar necesariamente una actividad del sector primario. Es, en definitiva, la gran ventaja de las nuevas tecnologías. Desde el pasado mes de julio, cuando acogió un congreso europeo de repoblación rural, StartUp Village ha promovido algunos proyectos de networking, ese ambiente que favorece las oportunidades de negocio. En ellas ha participado la empresa Abrasivos Solá, dedicada a la importación de carbono de silicio para pulir piedras, cuyo gerente, Jordi Solá, se trasladó a Villahoz hace unos años. Ahora cuenta con tres empleados y la plantilla podrá aumentar en el futuro, al prosperar su proyecto para producir el instrumental en España y exportar desde aquí.

Servicios financieros y forraje

El apoyo de StartUp Village también se percibe en una compañía tecnológica de servicios financieros, CapOne Research, oriunda de Estonia, que ya cuenta con cuatro trabajadores y prevé incrementar esa cifra hasta la quincena. Ha escogido Villahoz como lugar de operaciones, al tener mercado en Iberoamérica, África y Europa, de manera que este modesto rincón de la Castilla profunda se ha convertido para ellos en centro estratégico. Del mismo modo, otro vecino de la localidad, David Díaz, ha conseguido con éxito hacer de la necesidad virtud en una tarea tan monótona como la recogida de la paja tras la cosecha de cereal. Así, gracias a una máquina prensadora especial, logra reducir el volumen habitual de las pacas en un 50%, lo que favorece su manejo de cara a la exportación a diferentes zonas del planeta con carencia de forraje para la ganadería, ya que el transporte se realiza por barco. Gracias al citado sistema, un subproducto como la paja destinado a alimentación y cama animal puede llegar a cualquier punto del mundo desde la llanura burgalesa.

En opinión de Francisco Martín, el asentamiento de emprendedores en los pueblos se halla muy ligado a la disponibilidad de vivienda. «Curiosamente, en la mayoría de las localidades pequeñas hay más casas cerradas que abiertas, y con frecuencia o no se ponen en el mercado o no reúnen condiciones de habitabilidad», explica, al tiempo que pide sensibilidad a los ayuntamientos para ofrecer un parque de viviendas dignas en alquiler tras sencillas reformas, para personas que deseen vivir allí y trabajar. Otra idea que defiende es la cesión de pequeñas construcciones agrarias, del tipo pajares, lagares o cuadras en desuso, para albergar el espacio de trabajo de empleados en talleres industriales, oficinas o dependencias similares. Y por último, como viene siendo reiterativo desde otros sectores, exige una desburocratización del campo para actividades que no sean peligrosas desde el punto de vista medioambiental, y más bonificaciones fiscales.

«Ocurrencias hay muchas, pero afinar esa idea para convertirla en un proyecto viable ya es más difícil»

En su incesante búsqueda de oportunidades, desde Territorio Emprendimiento también apuntan opciones de futuro para los bares, ante la dificultad de mantener abiertos negocios de este tipo en localidades de menos de cien habitantes. Francisco Martín destaca la experiencia de Muñotello, en Ávila, donde completa otros servicios: venta de productos básicos y típicos de la zona. Además, ante el envejecimiento de una población que necesita a menudo recurrir a la teleasistencia domiciliaria, propone que la comida del catering no provenga de las ciudades y se haga en los bares, «pues seguramente sea más sana y genera actividad en el medio rural». Dentro de este ecosistema emprendedor de puesta en común, hasta el polémico purín del ganado porcino encuentra salidas: más allá de su conocido valor energético, resulta posible convertirlo en humus para enriquecer ciertas tierras, o incluso aplicarlo a determinadas algas que alimentan a peces de piscifactoría para enriquecer su contenido, faceta que estudian algunos biólogos.

El acceso a la vivienda y al mundo digital, junto al descenso de burocracia, son requisitos indispensables

En este sentido, Martín también se refiere a la importancia de la industria del porcino que demanda mano de obra, con la apertura de granjas nuevas, muy tecnificadas, y una cabaña que no deja de crecer para satisfacer las necesidades de países como China, gracia a la exportación. Así, en la localidad abulense de La Colilla, «se están formando diecisiete alumnos en Formación Profesional Dual donde reciben conocimietos específicos para las fases de cebadero, despiece y elaboración». Un ejemplo más de que hay futuro en la comarca del Valle Amblés, célebre por su ternera avileña, que ahora afronta un proyecto de conectividad esencial para asentar iniciativas empresariales. La España vaciada se resiste a morir mientras queden personas con ese espíritu numantino, «y en nuestra plataforma las queremos atender y ayudar como se merecen».

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