Educación
Curso 2020-2021: vuelta a la incertidumbre
Los programas de mejora impulsados por la Consejería de Educación continúan para tratar de que los alumnos mantengan el nivel en este especial año marcado por la pandemia
Casi seis meses después de decretarse el Estado de Alarma y de que los colegios se cerraran a cal y canto, la comunidad escolar vuelve a las aulas en un nuevo curso con el vértigo que da la incertidumbre de no saber si el coronavirus dará tregua y permitirá un curso presencial sin sobresaltos. El pasado día 9 se incorporaban a las aulas los alumnos de Infantil y Primaria. El lunes lo hacían los de Secundaria y Bachillerato.
En los colegios, los maestros, entre medidas -metro en mano-, para garantizar las distancias, y la exigencia de la mascarilla para todos a partir de los seis años, se afanan ahora en echar a andar un curso para el que el Covid-19 todo lo impregna, pero en el que el reto será también no dejar a ningún alumno atrás en estas circunstancias. Intentan recuperar lo no impartido el curso pasado y de que no haya lagunas en los conocimientos.
En este sentido, los programas y planes puestos en marcha en cursos pasados retoman el pulso para poder mantener los niveles de éxito educativo que han caracterizado a esta comunidad. La primera punta de lanza será la de la tecnología que permita que, si hay un confinamiento, los estudiantes y profesores puedan seguir el curso con normalidad a distancia. Con un incremento del 0,18%, los 347.575 alumnos que se incorporan este mes a las clases contarán con actuaciones de digitalización. Así, a los recursos con que cuenta el Portal de Educación y a los más de 700 centros que ya disponían de aulas virtuales el pasado curso, se suma el equipamiento dotado por la Consejería, como la adquisición de 17.000 portátiles para préstamo a alumnos que cuenten con menos recursos y necesidad de apoyo, además de 500 ordenadores de sobremesa y 200 paneles digitales. Además, todos los centros tienen conexión ultra rápida.
Trabajo previo
La consejera de Educación, Rocío Lucas, señaló en la presentación del curso que «gracias a ese trabajo previo, cuando se decretó el confinamiento, ya estábamos mejor preparados para pasar de un día a otro a un sistema de enseñanza a distancia», como lo destacó la Fundación COTEC, situando a Castilla y León como la comunidad española con más centros educativos preparados para hacer frente a la enseñanza a través de una plataforma digital. Asimismo, el profesorado ha tenido 1.790 actividades de formación en digitalización, con 38.565 horas y 43.247 plazas.
La consejera también avanzó que todos los planes y programas puestos en marcha en los últimos años en el sistema educativo de la Comunidad «han ido convirtiendo a Castilla y León no solo en uno de los mejores y más fiables sistemas educativos del mundo, sino también en uno de los sistemas pioneros en innovación educativa» y que «son una contribución al éxito de la educación en esta tierra». Así, continuarán los programas como el dedicado a la lectura y el de Mejora de la Competencia Matemática, que contará con el diseño de un plan de acción para la mejora de esta materia en Secundaria a partir de 2021.
El programa para la Mejora del Éxito Educativo tendrá una respuesta «Covid-19» este curso, dando continuidad a las medidas ya planteadas, según la Consejería, como la preparación de las pruebas extraordinarias de 4º de ESO para centros públicos y concertados, además de nuevas medidas en julio, como el refuerzo para alumnos de 6º curso de Primaria en estos centros y la preparación de las pruebas extraordinarias de 2º de Bachillerato en ellos.
Alumnado vulnerable
Para garantizar el apoyo al alumnado más vulnerable, la Consejería de Educación dice querer «restablecer, reforzar y mejorar el funcionamiento de los centros educativos en las condiciones especiales» de este curso, además de «reforzar la equidad educativa, con especial atención a los centros de mayor complejidad, vulnerabilidad y mayores índices de pobreza educativa»: brecha digital y fracaso han pendido como espada de Damocles sobre los alumnos con más dificultades económicas durante el confinamiento, lo que puede desembocar en repetición, absentismo y abandono temprano del sistema educativo. También se reforzarán la atención educativa domiciliaria y los centros de Educación Especial.
Habrá distintas actividades ligadas a las competencias «STEM» (ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas, por sus siglas en inglés), como la utilización de técnicas de programación y el uso de avances tecnológicos y didácticos, certámenes, etc.
El ámbito de la educación financiera y el fomento del espíritu emprendedor también recibe un impulso, según la consejera Rocío Lucas, puesto que ha logrado situar a Castilla y León en el quinto puesto a nivel mundial en esta competencia.
Otro de los aspectos que se cuidarán es la enseñanza de idiomas, con cinco nuevas secciones bilingües en centros de Ávila (2), Burgos (2) y León (1). Desde que se pusieran en marcha estas enseñanzas, en el curso 2006/2007, Castilla y León ha sumado 660 secciones, distribuidas en 526 colegios e institutos -37 de ellos, centros British-, que imparten alguna de sus materias en un idioma extranjero.
Para su implantación, algunos de los requisitos que la Consejería exige son la presentación de un proyecto, la acreditación lingüística del profesorado que impartirá las clases en el idioma solicitado (inglés, francés, alemán, italiano o portugués) y fijar un mínimo de dos disciplinas no lingüísticas y un máximo de tres en el idioma extranjero, sin que el total de las materias impartidas en esa lengua supere el 50% del horario de los escolares.
Además, entre las ayudas que podrán recibir los alumnos más vulnerables están las del programa de gratuidad de libros de texto. Se ha elevado el nivel de renta para poder disfrutarlas: desde 1,5 IPREM en el curso 2015/2016, a 2,5 IPREM en este curso que ahora comienza. La Consejería destaca que llegarán a unos 89.550 alumnos con préstamo de libros, gracias al programa «Releo+», con un porcentaje de alumnado beneficiado cada vez mayor.
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