Caso Isabel Carrasco
Cronología de un magnicidio que convulsionó España
Dos años y siete meses después del crimen de Isabel Carrasco, la justicia concluye que la autora confesa, su hija y la agente de policía pasen una larga temporada en prisión
La expresidenta del Partido Popular de León y de la Diputación, Isabel Carrasco, era asesinada el 12 de mayo de 2014. Desde ese momento, y por la relevancia de la víctima, el suceso se convertía en uno de los casos más mediáticos de los últimos años. Pero no era la única razón. La detención de una madre y una hija, Montserrat González y Triana Martínez (que trabajó en la Diputación a las ordenes de Carrasco entre enero de 2007 y mayo de 2011), como autoras del asesinato fue otro de los factores diferentes del caso, personas con perfiles «poco corrientes» y que habían trazado un intrincado plan para poner fin a la vida de Carrasco, idea ejecutada con la ayuda además de una agente de la Policía Local y amiga de Triana Martínez, Raquel Gago, a la que este jueves el Supremo le ha elevado la condena de 12 a 14 años de cárcel.
Todo comenzó el pasado 12 de mayo de 2014. Isabel Carrasco se disponía a viajar a Valladolid para tener una cita con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera. En su camino para coger el vehículo que la llevaría a la capital de la Comunidad, en torno a las 17:30 horas, cruzó la pasarela San Marcos, donde recibiría el impacto de tres disparos, uno en la espalda y otros dos en la cabeza, proferidos por Montserrat González. La asesina se cubrió un poco la cara y, con absoluta tranquilidad, se alejó de la escena del crimen para «pasarle» el arma a su hija Triana y que la joven, minutos después, la depositara en el coche de Raquel Gago, en posición de espera muy cerca del lugar del asesinato.
Fue un policía jubilado que se encontraba en la zona el que las siguió y las identificó. Madre e hija eran detenidas justo cuando intentaban escapar en un Mercedes gris estacionado en el Paseo de la Condesa Sagasta de la capital leonesa.
Mientras tanto, Raquel Gago intentaba sin éxito localizar a Triana Martínez. La policía decidía entonces irse a un taller de manualidades en la que obtenía clases en la localidad de Trobajo, donde recibe la llamada de un compañero y le dice que Isabel Carrasco ha sido asesinada y Montserrat y Triana han sido detenidas. Transcurre el día y no dice a nadie que había estado minutos antes del crimen con la madre y la hija en la casa de esta última y que posteriormente se había encontrado de nuevo con Triana. No fue hasta 30 horas después cuando Raquel llama a la comisaría y asegura haber encontrado un bolso con el arma homicida en su coche mientras cargaba una bicicleta en el mismo. La agente es detenida y finalmente encarcelada el 16 de mayo, mientras que Montserrat y Trianan ya llevaban tres días entre rejas.
Ocho meses después, tras muchos interrogatorios y declaraciones y la posición contraria de la juez instructora del caso, la Audienca de León ordena la libertad provisiones de Raquel Gago por falta de «pruebas sólidas». Sale de la prisión de Mansilla de las Mulas (León) el 30 de enero de 2015.
Un año después, exactamente el 18 de enero de 2016, arranca el juicio por el asesinato de Isabel Carrasco. La expectación era enorme con un centenar de medios acreditados que contemplaría las declaraciones de decenas de testigos y multitud de pruebas.
La primera sesión la protagonizó Montserrat González. La acusada sólo contestó a las preguntas de su abogado y, entre lágrimas y sollozos, confesó que fue la autora del asesinato de Isabel Carrasco porque creía que ésta machacó psicológicamente a su hija durante sus años en la Diputación. «Fue una persecución increíble» llegó a decir, además de que explicó que o mataba a la presidenta de la Diputación o Triana, que estaba hundida, corría el riesgo de suicidarse.
Tras Montserrat le llegó el turno a Triana. La implicada aseguró que su madre sí que le habría confesado varias veces su intención de matar a Isabel Carrasco. Además, la acusada dijo que la política «le perjudicó la vida» porque en su momento no se quiso acostar con ella.
Por último, Raquel Gago se presentó ante el juez y el jurado para prestar declaración. La acusada reiteró su inocencia por los cargos que se le imputaban. A su vez, justificó que podía haberse deshecho antes del arma, pero que no lo hizo «porque no sabía que estaba allí».
Veredicto
Después de un mes de juicio, el jurado emitió su veredicto, declarando culpables del asesinato a las tres implicadas en el asesinato, aunque en el caso de Raquel Gago no fue por unanimidad.
Tras la declaración del jurado, llegó el turno del juez del caso -el mismo que había puesto en libertad a Raquel Gago-. Condenó a Montserrat y Triana a 22 y 20 años de cárcel por asesinato, pero la sorpresa llegó al contradecir a jurado y considera a Raquel Gago como una mera encubridora del crimen. Le impuso una pena mínima de 5 años de cárcel. Debido a esta sentencia, la Audiencia de León decidió denegar la entrada en prisión inmediata de Raquel Gago pese a la petición de la fiscalía y las acusaciones.
Cuatro meses después, exactamente el 13 de julio de 2016, el Tribunal Superior de Justicia condenaba a Raquel Gago a 12 años de cárcel como cómplice de asesinato de la presidenta de la Diputación de León, ajustando así la sentencia a la decisión del jurado.
El penúltimo capítulo de la historia ha llegado este mismo jueves. El Tribunal Supremo ha decidido aceptar la la petición del fiscal y de las acusación de pedir dos años más de prisión para Gago por el delito de tenencia ilícita de armas, que no fue tenido en cuenta por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León. Así, su condena asciende a 14 años, mientras que Montserrat y Triana mantienen los 22 y 20 años de cárcel, respectivamente.
Noticias relacionadas