Coronavirus
«Hemos sufrido días angustiosos, pero ya tenemos pequeñas alegrías»
Enrique Delgado Ruiz, gerente del Complejo Hospitalario de Soria, defiende que el centro funcionó pese a vivir días «dramáticos»
![Enrique Delgado Ruiz, gerente del Hospital de Soria](https://s3.abcstatics.com/media/espana/2020/05/02/hospital-kqUH--1248x698@abc.jpg)
Cuando en el mes de marzo comenzó a avanzar la pandemia, Soria se convirtió en la zona cero y su hospital en el centro con mayores complicaciones de la Comunidad. Su gerente, también responsable de la asistencia sanitaria en la provincia, no oculta que fueron días «dramáticos» aunque defiende que el sistema funcionó.
-¿Lo peor ya ha pasado?
-Ha sido una fase angustiosa y lo hemos pasado muy mal. Hemos sufrido mucho, trabajando al 300% para controlar el brote. Ahora estamos entrando en una fase con menos presión asistencial y eso se nota. Pero aún seguimos muy en alerta, pendientes de qué va a pasar. Hay días que tenemos alegrías como cuando sale un paciente de la UCI o, como el martes, cuando no se produjo ningún nuevo ingresado. Esas pequeñas alegrías nos confortan.
-¿Cuál fue el momento más difícil?
-Cuando empezó el brote, que fue explosivo con una gran transmisión comunitaria. Fue el fin de semana del 13 al 15 de marzo y hasta el siguiente. Fue espantoso. En un momento se llenó todo, empezaron a aparecer contagiados por todos los sitios y tuvimos que cambiar el hospital de la noche a la mañana. Dejó de ser un hospital general y se convirtió en pocos días en un hospital Covid. Esas dos semanas fueron muy complicadas. Luego la situación ha ido mejorando muy despacito, pero ya no es tan dramática.
-¿Por qué estuvo el hospital al límite?
-Es cierto que en Soria, como ha pasado en otras provincias, ese fin de semana empezó un brote explosivo que produjo uno de los índices de contagios más altos de toda España. Probablemente se produjo un contagio masivo, se concentró en ese tiempo y luego ha seguido,
-¿La proximidad de La Rioja tiene mucho que ver?
-Es difícil de explicar porque siempre se había pensado que en las provincias pequeñas, despobladas y dispersas como Soria es más difícil que se transmita el virus que en grandes concentraciones de población, pero también es cierto que muchas provincias alrededor de Madrid también han tenido tasas altas. Nosotros con La Rioja tenemos mucha relación y también con Aragón, Madrid y, por supuesto, Castilla y León. Estamos cerca y lejos de todos. Por eso, intentar encontrar explicaciones geográficas es difícil.
-En su hospital se denunció la falta de equipos de protección.
-Hemos tenido problemas, como en todos los sitios. Inicialmente, el brote nos desbordó. Había, pero no los suficiente para la avalancha que se produjo y las necesidades en ese momento. Luego se produjo la rotura de stocks en el mercado y era imposible comprar. Hemos pasado cuatro o cinco semanas con carencias importantes que se han ido solucionando. Han llegado equipos de la Junta, del Ministerio, hemos tenido muchas donaciones y hemos pasado a una situación mejor. Pero aquí han respondido las estructuras hospitalarias y no ha habido pacientes sin habitación. Todos los positivos estaban en habituaciones individuales. Hemos estado al borde de la ocupación plena, pero no la hemos superado.
-Pero la solidaridad que llegó de fuera fue decisiva.
-Cuando hablamos de solidaridad, lo primero es la de los profesionales que han trabajado sin descanso ni horarios, y de los ciudadanos que llevan 48 días en casa. También de los voluntarios que se han ofrecido. De fuera vinieron 70 profesionales del Samur para ayudarnos en los momentos más críticos, unidades del Ejército y tres cardiólogos de Salamanca que dejaron su vida para venir a un sitio de máximo riesgo. La solidaridad ha sido tremenda. Sin embargo, el sistema sanitario en Soria ha funcionado y no ha habido ningún problema de falta de asistencia. La imagen que se ha dado no es cierta, aunque es verdad que toda esa ayuda nos ha venido muy bien.
-¿Hay que cambiar este modelo de hospital provincial?
-Yo creo que no. Este es un hospital general dimensionado a la población que tiene, funciona bien y sus indicadores son magníficos. Siempre se puede crecer y tener más recursos. Ahora estamos inmersos en la segunda fase de ampliación de Santa Bárbara. Ojalá se hubiera acabado hace dos años y ya lo tendríamos. Igual también hay que crecer en algunos servicios, hacer alguna inversión y cambiar el modelo asistencial. El problema de falta de profesionales nos afecta a todos
«Aquí han respondido las estructuras hospitalarias y no ha habido pacientes sin habitación»
-¿Cuál es la situación actual?
-Expectante. Tenemos una actividad más o menos razonable pero nos da mucho miedo recuperar la actividad normal. Mientras siga habiendo virus y teniendo contagios puede haber otro brote, la sanidad está muy fatigada y no seria lo mismo tener que responder a un repunte. Eso es lo que nos ocupa ahora, planificar la recuperación de la actividad normal. Ahora deberemos tener planta Covid, y una o dos hibernadas por si hay un brote. Esto va a cambiar la estructura de los hospitales y vamos a tener unidades de sucio y de limpio y de infecciosos. Ya no nos podemos olvidar del Covid. Iremos abriendo servicios pero manteniendo la precaución. No conviene correr. No hay que precipitarse
-El alcalde de Soria, Carlos Martínez, pide reforzar el sistema sanitario de la provincia para la desescalada
-No tiene nada que ver. El índice de contagios no es mayor o menor por los recursos que se tengan. Otra cosa es que hemos aprendido que las estructuras sanitarias tienen que cambiar por si se vuelve a producir una epidemia. Soria tiene un excelente sistema sanitario y está perfectamente dotado para un escenario normal. Para una pandemia nadie estaba preparado.
«Había equipos de protección pero no los suficientes para la avalancha que se produjo y la rotura del stock»
-¿Temen un rebrote?
-No me gusta transmitir miedo. Es difícil pasar 48 días encerrado. La gente lo está pasando muy mal y tiene problemas pero hay que entender que el camino recorrido no lo debemos volver a pasar. Es preferible aguantar un poco más, tener paciencia y asegurarnos que cuando vuelva la actividad normal estemos a salvo. Hay que pensar que este virus desaparece, bien porque haya una vacuna o mute. Ninguna pandemia ha durado eternamente. Vamos a hacer hincapié en las medidas de confinamiento, en extremar la higiene, la distancia de seguridad porque estamos viendo que estas medidas dan resultado y por eso estamos mejor.
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