Castilla y León no se plantea por ahora relajar restricciones

Las restricciones en vigor en Castilla y León continarán durante días y puede que durante semanas . La Junta no se plantea por ahora iniciar una desescalda en las medidas, que incluyen el cierre perimetral del conjunto de la Comunidad con otros territorios y entre las propias provincias aprobado hasta el 9 de mayo. Y hasta el 23 de febrero, por ahora, también clausura en el interior de bares, cafeterías y restaurante, así como gimnasios y centros comerciales.

Sin olvidar el toque de queda adelantado a las 20:00 horas , pendiente de la resolución del Tribunal Supremo tras el recurso hace ya más de tres semanas por parte del Ministerio de Sanidad. En función del pronunciamiento del Alto Tribunal también se adaptarán decisiones, según ha apuntado este jueves el vicepresidente y portavoz de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea.

«Me preocupa enormemente» que se comience a hablar de desacalada y se abra una especie de competición por aliviar restricciones, ha reconocido la consejera de Sanidad, Verónica Casado, a tenor de los indicadores «salvajes» de infección y ocupación hospitalaria que todavía arroja el virus, con más de 300 pacientes en camas UCI. «Hablar de desescalada es muy, muy, muy arriesgado», ha incidido Casado, quien ha apuntado que restan todavía muchs jornadas hasta que las unidades de críticos puedan notar alivio y ése es uno de los factores a tener en cuenta.

«Ahora no tenemos paracaídas», ha señalado también en este sentido Igea, después de que en el descenso de la segunda ola se comenzase con el alivio ciertas restricciones cuando los indicadores estaban en torno a los 400 casos por cada 100.000 habitantes a 14 días. Valores ahora lejanos, pero que no son los únicos que se tienen en cuenta, pues los hospitales presentan en este momento un nivel de ocupación muy superior al de entonces. Y con la amenaza de la cepa británica y su mayor contagiosidad también encima.