Casado avisa de la «catarata de la cuarta ola» y apoya más restricciones «si salvan vidas»

El Consejo Interterritorial de Salud, que reúne a los consejeros del ramo y la ministra de Sanidad, Carolina Darias, se celebró ayer sin que se acordasen nuevas restricciones para afrontar la Semana Santa, aunque sí advirtió de que se ha producido un «repunte claro» de los contagios. No se habló la posibilidad tanteada por la ministra con algunas autonomías la noche anterior, de que se pudiese adelantar a las 20 horas la hora límite para el cierre de las actividades no esenciales (comercios, bares y restaurantes), la medida más parecida al toque de queda cuya aplicación resultaría más complicada ya que sería necesario cambiar el Decreto del Estado de Alarma.

La ministra, sin embargo, volvió a dejar en manos de las comunidades la posibilidad de endurecer las medidas de «mínimos» acordadas el 10 de marzo para la Semana Santa por parte del Gobierno y las autonomías y que el martes ya aparecieron recogidas en el Boletín Oficial de Castilla y León. Se mantiene, por lo tanto, el toque de queda a las diez de la noche, así como el cierre de la hostelería y no podrá haber encuentros de más de cuatro personas, tanto en lugares públicos como en privados, mientras que los domicilios son en exclusiva para los convivientes.Cada autonomía deberá decidir, ahora, si amplía las restricciones dentro del marco ya definido, una opción que no agrada en la Junta de Castilla y León donde siempre se ha apostado por que las medidas fueran acordadas y comunes en todas las autonomías.

La propia consejera de Sanidad, Verónica casado, durante su comparecencia ayer en la Comisión de Sanidad de las Cortes autonómicas, aseguró compartir la preocupación de la ministra de Sanidad, Carolina Darias, ante la posibilidad de una cuarta ola. «No es de extrañar que el toque de queda a las ocho esté encima de la mesa porque lo demandaron en su momento once comunidades», señaló, si bien reconoció que no había hablado con la ministra de esta medida.

No obstante, anunció que daría su apoyo a nuevas restricciones «si son razonables, hay acuerdo y sirven para salvar vidas». Lo cierto es que Casado, durante su intervención en las Cortes autonómicas, mostró reiteradamente su temor ya que «la bajada de los contagios se ha detenido; nos preocupa el estancamiento de los descensos». Con este panorama, en el que «hemos llegado a un punto en el que nos cuesta bajar y sabemos que la movilidad y el contacto social son determinantes», puso el ejemplo de países europeos que, como Alemania, a pesar de tener una incidencia más baja han decretado cinco días de confinamiento estricto durante la Semana Santa. «Se toman medidas drásticas en países con una incidencia menor», insistió, decisiones que, a su juicio, se adoptan porque «tenemos una catarata que está ahí, la posible cuarta ola» por lo que volvió a pedir «ser cautos y prudentes».

La consejera esgrimió como mal dato el índice reproductivo, que mide la velocidad de contagio, que no ha dejado de subir y ya está en el 1, cifra a partir del cual se considera especialmente preocupante. También la incidencia a siete días ha crecido en la última semana y ya se sitúa en 55,74 casos, y en los 109,31 a 14 días.La prueba más evidente de que los contagios están al alza son los 248 nuevos casos que se registraron ayer (frente a los 199 del martes), la segunda cifra más alta del mes de marzo, sólo superada por los 280 que se contabilizaron el día 2. También se ha producido un aumento del número de fallecidos, al anotarse once más, cuando en las dos últimas jornadas se registraron dos.