«Los comuneros lucharon por alcanzar la libertad política y social»
Fuentes afirma que el movimiento comunero fue «crucial para el devenir de la Comunidad, de España y del mundo»
«Los comuneros lucharon por alcanzar la libertad política y social de los súbditos del rey, que no querían cambiar su condición de súbditos, sino que exigían ser gobernados por un monarca que asumiera las responsabilidades y los deberes inherentes a su condición de rey. La libertad para el movimiento comunero consistía en la capacidad del individuo para participar en el gobierno de la Comunidad, decidir sobre el orden político y formar parte del poder. Es decir, disfrutar de la autonomía y del autogobierno». Es una de la la reflexiones planteadas este miércoles por el catedrático de la Universidad de León y comisario general del proyecto «El tiempo de la libertad. Comuneros V Centenario» , Salvador Rus, en la ponencia inaugura del congreso internacional homónimo que abordará hasta el viernes el movimiento comunero desde una perspectiva multidisciplinar en el salón de actos de las Cortes de Castilla y León.
En su exposición, bajo el título «Monarquía Universal versus imperio. Dos formas de gobierno en conflicto», ha diseccionado de forma pormenorizada el «choque de mentalidades» que se produjo hace quinientos años, «entre el deseo del monarca de ocuparse de su heredad en Europa y de las obligaciones imperiales y la exigencia de los castellanos de ocuparse de las posesiones territoriales de la Corona de Castilla », informa Ical.
Según ha expuesto, las exigencias de los comuneros se centraron en tres puntos: «Incrementar el protagonismo del cuerpo político, básicamente el pueblo, en el gobierno del reino; establecer mecanismos de control del ejercicio de los cargos en la administración del reino; y evitar el ascenso de extranjeros a puestos claves de la administración».
El experto, coordinador general del congreso, ha afirmado que, por la manera en que resolvió su abdicación, «Carlos V reconoció en 1555 que la reivindicación de los comuneros tenía sentido y era necesario disociar la Corona de España y la dignidad imperial ». «Una misma persona no podía gobernar territorios tan diferentes, dispersos y complicados. Fue el reconocimiento de la monarquía universal española que se conocerá como Monarquía Hispánica, que no estuvo diluida ni confundida con el imperio, pero fue su mejor aliada en todas las circunstancias históricas y políticas que se vivieron en Europa hasta el cambio de dinastía en el siglo XVIII», ha sentenciado.
La inauguración del congreso ha contado con la participación de reprsentantes institucionales como los presidentes de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, y de las Cortes autonómicas, Luis Fuentes . El primero de ellos ha apuntado como «la llama comunera sigue muy viva y se proyecta hasta nuestros días», mientras que el también presidente de la Fundación de Castilla y León ha señalado que el movimiento fue «crucial para el devenir de la Comunidad, de España y del mundo».
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