Castilla y León registra un récord de hogares con dificultades para pagar las facturas domésticas

Una de cada cuatro familias de la Comunidad no puede afrontar gastos imprevistos

Más de un tercio de los hogares tiene dificultades para llegar a fin de mes ICAL

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Llenar la cesta de la compra es cada día un poco más caro. Literalmente. La escalada de precios parece que no encuentra freno y los datos del IPC conocidos ayer volvieron a poner sobre el papel que el encarecimiento no es sólo una percepción. Y no sólo al pasar por caja. La llegada de facturas supone un susto tras otro, cada vez para más gente. Tanto, que en los últimos cinco años se han cuadruplicado los castellano y leoneses que han tenido retrasos en el pago de los gastos relacionados con la vivienda -desde la cuota de la hipoteca a la del alquiler, los recibos del gas, de la comunidad...- y también los que no pueden permitirse mantener su casa a una temperatura adecuada. Y eso que la E ncuesta de Condiciones de Vida dada a conocer ayer por el INE (Instituto Nacional de Estadística) se queda en 2021, cuando la escalada de precios había iniciado su camino, pero aún no cogido la velocidad de crucero con la que navega por este 2022.

El porcentaje sigue en cifras bajas, pero s e ha multiplicado por cuatro en el último lustro, y está en su nivel más alto de las cifras oficiales. Si en 2017 un 2,6 por ciento de los hogares de Castilla y León no podía poner la calefacción a una temperatura, en 2021 ya superaban el 10 por ciento. Alza similar en el análisis de las personas con las mismas carencias, que han pasado de representar el 2,2% de la población de la Comunidad al 8,7, una variación similar a la experimentada por quienes sufren problemas para afrontar los gastos del hogar. Y eso que la Comunidad presenta cifras más bajas que el promedio nacional.

El estudio también arroja que se han más que cuadruplicado las casas en las que no pueden permitirse una comida de carne , pollo o pescado al menos cada dos días (de 0,7 a 3,2 por ciento). Y ahora que llega el verano, en casi uno de cada tres hogares será imposible salir de vacaciones al menos una semana. Eso sí, no es la cifra más alta, pues con el impacto de la crisis provocada por el ‘boom’ inmobiliario, entre 2012 y 2015, cuatro de cada diez familias no pudieron cambiar de aires por unos días.

Y en uno de cada cuatro hogares, algo tan natural como una lavadora que no funciona, la avería del coche o el frigorífico que no funciona supone un gasto extra imposible de afrontar. Un parámetro analizado que apenas presenta variaciones en los últimos años.

Y algo más de un tercio de los hogares tiene más o menos dificultades para llegar a fin de mes. En un 7,5, llegan al día 30 con mucha dificultad. Por contra, en dos de cada seis, no hay apuros para pasar todas las hojas del calendario con lo que tienen en cuenta. De hecho, un 6,3% reconoce que lo supera con mucha facilidad y un 31, con cierta holgura. Unos porcentajes que en términos globales se mantienen en los últimos cinco años, aunque con algunas variaciones, como que de 2020 a 2021 ha caído ligeramente la proporción de los que llegan a fin de mes con mucha dificultad, pasando de representa el 8,7 por ciento al 7,5, a la vez que ha crecido (del 7,5 al 10,1) los que lo afrontan con dificultad. Y también ha menguado el porcentaje de quienes reconocen llegar con facilidad al último día del mes (del 34 al 26,5 por ciento).

Más en riesgo de pobreza

La Encuesta de Condiciones de Vida también mide el porcentaje de la población en riesgo de pobreza o exclusión social a través de la tasa Arope (At Risk of Poverty or Social Exclusion, en inglés), que creció en 2021, hasta situarse en el 23,1 por ciento en Castilla y León, cuando se incluyó un nuevo modelo de análisis que incluye los empleos llamados de «baja intensidad», además de medir el riesgo de pobreza y la carencia material. Si no se tiene en cuenta ese nuevo parámetro, el porcentaje de población en riesgo de pobreza fue del 22,4 por ciento, lo que también supone una crecida respecto al ejercicio anterior, cuando menos de dos de cada diez castellano y leoneses (19,8%) estaban en esa situación. Castilla y León, por debajo de la media nacional (27,8), se sitúa en novena posición.

Mínima caída de un ejercicio a otro en la renta media por hogar (28.890 euros, casi 2.000 más baja que el total en España) y por persona (12.656, similar a la media nacional), truncando así la subida prácticamente continuada desde que hay estadística.

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