Castilla y León quiere analizar las aguas residuales de las residencias para controlar al Covid

Los geriátricos suman el 16% de los brotes, con 1.159 personas contagiadas

Residencia de Toreno, en León, con varios casos de Covid ICAL

I. Jimeno

En ellas viven las personas «más vulnerables» que, con una vida en comunidad y muchas veces dependiente, son la mecha perfecta para la propagación del Covid-19, como se ha demostrado hasta ahora en esta pandemia, que ha hecho especial mella en las residencias de ancianos y personas con discapacidad. Pero no siempre es fácil distinguir las múltiples caras con las que se presenta el Covid-19 entre las numerosas patologías que muchos de los ancianos tienen en su historial. De hecho, es al hacer cribados masivos o al ser sometidos a la prueba al llegar al hospital por otra enfermedad cuando dan positivo en coronavirus. Y en la mayoría de las ocasiones la propagación ya ha comenzado por el geriátrico. Por eso, poner coto al virus es una obsesión.

Para contribuir a ello la Junta de Castilla y León quiere tener listo en «breve» un «control efectivo» y «prácticamente diario» de las residencias mediante el análisis de «pooling» (agrupamiento) o análisis de aguas residuales para el «control virológico» de los geriátricos , según avanzó ayer el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea. «Nos preocupa mucho» la situación de las residencias, reconoció Igea, pues es donde viven las personas más vulnerables también a esta pandemia.

En los más de 1.200 centros de mayores y personas con discapacidad que hay en Castilla y León ha declarados 63 brotes -en estos espacios se considera ya así con un solo caso de residente o trabajador-. Suponen casi el 16 por ciento de los 397 brotes que hay en toda la Comunidad. Y aunque hay geriátricos en los que la expansión de los contagios -entre ancianos, trabajadores y otras personas vinculadas a éstos- supera el centenar, como en la residencia de Riaza (Segovia), de media acumulan 18,4 casos por brote. En total, tienen vinculados a ellos 1.159 infectados, un tercio de todos los contagiados en los brotes declarados activos en Castilla y León.

«Desvergüenza»

Respecto a las residencias, Igea tachó de «acto de desvergüenza política» que el PSOE reclame en Castilla y León los datos individualizados de las residencias privadas -que no pueden dar salvo autorización- y sostenga «lo contrario» en otros territorios en función de si gobierna o no.

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