Castilla y León prevé recuperar este año el PIB prepandemia pese al ‘efecto Ucrania’
Crece un 5,5% en 2021 y retoma el 64% de la producción perdida en 2020 por el Covid
Castilla y León dio un paso de gigante el pasado ejercicio para su recuperación económicas tras el devastador 2020, año en el que se inició la pandemia. El Producto Interior Bruto (PIB) de la Comunidad creció en 2021 un 5,5 por ciento , una décima inferior a la previsión que manejaba la Junta pero aún así un incremento «relevante», en opinión del consejero en funciones de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, que explicó «como consecuencia del dato muy negativo» arrastrado del año anterior. El máximo responsable en materia económica en la Comunidad presentó ayer la contabilidad correspondiente al cuarto trimestre del año, y por ende, el balance de todo el ejercicio de 2021, en el que según señaló, Castilla y León recuperó el 64 por ciento de la producción perdida por la pandemia .
Aún quedaría para alcanzar el nivel prepandemia algo más de un tercio de la producción que Carriedo confió en lograr al término del presente año, incluso con el ‘efecto Ucrania’, del que aún se desconocen las consecuencias al no saber «ni la duración de la crisis ni tampoco la intensidad de la misma». En este sentido, el consejero argumentó que a diferencia de la previsión «bastante irreal» del Gobierno respecto a la media española -así recordó que lo han calificado varios analistas,-, Castilla y León maneja un dato «más realista y prudente» de un 4,9 por ciento de crecimiento, lo que les permite trabajar «con holgura» pese al escenario internacional derivado de la invasión de Ucrania.
Asumió, no obstante, que la guerra tendrá inevitablemente su reflejo en las exportaciones, y que incluso puede influir en la cadena de suministros con una rotura de stocks y de falta de los mismos «que se uniría al que ya veníamos teniendo». Asimismo, aventuró un incremento de los precios de cereales, fertilizantes y energía «que afectará a algunos sectores productivos», así como la pérdida de poder adquisitivo por parte de los ciudadanos como consecuencia de un impacto «especialmente relevante» en la inflación. Con todo ello, indicó que bastaría con que Castilla y León creciera por encima del 3 por ciento para situarse en niveles de PIB de 2019, lo que supone que habrá perdido tres años: «Ese será el coste que la pandemia habrá tenido en nuestras vidas y en la capacidad del crecimiento productivo».
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