Casado prevé un noviembre «terrible» y que la segunda ola llegue a mayo
Desea poder evitar un confinamiento en casa, pero cree que no sería «como el de marzo»
Había transcurrido poco más de una hora de la declaración institucional de Alfonso Fernández Mañueco, cuando fue la consejera de Sanidad, Verónica Casado, la encargada de analizar la evolución de la pandemia y justificar con datos y cifras las razones que han llevado a la Junta a decretar nuevas restricciones. Casado dio explicaciones, a petición propia, en la Comisión de Sanidad de las Cortes autonómicas, donde describió un panorama muy poco alentador, al menos se si circunscribe al mes de noviembre, que no dudó en calificar de «terrible». «Nuestra comunidad está en riesgo extremo», afirmó, y auguró que los efectos de esta segunda ola de Covid se notarán hasta el mes de mayo.
La consejera de Sanidad avaló sus afirmaciones con datos como que la incidencia del virus en Castilla y León es de 828 casos por cada 100.000 habitantes (la media nacional está en 500), lo que la coloca como la quinta autonomía y con una tendencia crecimiento, si bien es la tercera con mayor número de ingresos en planta y defunciones y, la séptima, en ingresos UCI.
Casado mostró su deseo de que con las medidas puestas en marcha se pueda comenzar a frenar el crecimiento de los contagios, aunque reconoció que aún es pronto para poder apreciar esa tendencia, después de una primera semana de toque de queda. Por eso, y a la espera de que las nuevas restricciones que arrancarán el viernes surtan efecto, reclamó al Gobierno un estado de alarma más amplio en el que quepa el confinamiento domiciliario, una medida que, según dijo, espera poder evitar. En cualquier caso, matizo que «no queremos un confinamiento como el de marzo», dado que se mantendría la actividad laboral y los centros educativos también permanecerían abiertos.
El necesario acuerdo político centró buena parte del debate en la Comisión. La propia consejera de Sanidad en su primera intervención advirtió de que «las peleas son un arma letal» y pidió que «no utilicemos la pandemia como herramienta porque no beneficia a nadie» y no actuar como «perros de presa» intentando «encontrar los errores». Reconoció, no obstante, que ha encontrado colaboración en los grupos de las Cortes de Castilla y León, con una «actitud constructiva y positiva que le tranquiliza», sobre todo cuando ya es evidente el «hartazgo de los ciudadanos», y, lo que es peor, que muchos han perdido el miedo al virus .
Desde la oposición, el socialista Diego Moreno aseguró que «Castilla y León no ha hecho los deberes», porque debería haber hecho «mucho más» en junio y no ya en octubre. Moreno defendió que las medidas restrictivas hay que tomarlas, pero advirtió de que no sirven de nada si no van acompañadas de otro tipo de políticas. El leonesista Luis Mariano Santos, por su parte, ofreció colaboración, pero pidió evitar el «tacticismo político» como ocurrió con el toque de queda, informa Ical.
Durante su comparecencia, Casado anunció que la Junta recurrirá a a los veterinarios para realizar las inspecciones de «control» del Covid en las residencias de mayores.
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