CRIMEN DE ISABEL CARRASCO

Carlos Javier Álvarez, el magistrado de «los tres favores»

Tras dejar a Raquel en libertad antes y después del juicio, Carlos Javier Álvarez ahora le rebaja la pena

El magistrado presidente del tribunal, Carlos Javier Álvarez POOL

J. M. A.

Si la agente de la Policía Local Raquel Gago lloraba desconsoladamente ante el nulo éxito de sus alegatos de inocencia ante la jueza de instrucción , el fiscal, las acusaciones y especialmente el jurado popular, sí tiene algún motivo para la sonrisa con la comprensión de sus argumentos por parte del magistrado presidente del tribunal, Carlos Javier Álvarez.

Hasta en tres ocasiones en los últimos treces meses sus decisiones beneficiaron a la acusada por el crimen de Isabel Carrasco -ahora condenada por encubrimiento-. El primer «gesto» llegó el 26 de febrero de 2015 . Después de que la instructora del caso, Sonia González, negara hasta tres veces la libertad provisional de Gago, el asunto llegó hasta la Audiencia de León, donde Álvarez ejerce de magistrado. Este órgano no sólo decretaba en pocos días la liberación de la agente sino que lanzaba sus primeros dardos envenenados contra la instrucción del caso en un auto en el que se aseguraba que los trabajos de investigación previos al juicio «habían decepcionado las expectativas» en cuanto a la participación de Raquel en el crimen, aunque sin dudar de la «existencia de indicios contra la imputada».

La decisión de la Audiencia, además de contrariar a la jueza, molestó sobremanera al fiscal jefe de León, Emilio Fernández, quien trató sin éxito de recusar a Carlos Javier Álvarez como magistrado presidente del tribunal del jurado que iba a juzgar desde enero de este año a las tres acusadas por el asesinato de la expresidenta del PP de León.

Posible revocación

Sin que en el juicio sucediera nada especialmente llamativo -al menos de puertas para fuera-, la segunda «prueba» que benefició a Raquel Gago fue conocer que días después de que el jurado la declarara culpable del asesinato y que las partes pidieran para ella una pena de entre diez y quince años de cárcel, el magistrado -junto con otros dos compañeros- permitió que la agente siguiera en libertad hasta nuevo aviso . Aunque en el auto se aseguraba que «resulta indudable que la solidez de los indicios existentes contra la acusada» se había visto «reforzada», entre los argumentos que utilizaron para que siguiera en la calle estaba la posibilidad de que el fallo del jurado se revocara en una instancia superior. Ahora, con su tercer «guiño» al absolverla del delito de asesinato y rebajarlo a un mero encubrimiento, puede que sí esté más cerca la posibilidad de que no sólo el TSJ o el Supremo revoquen el fallo, sino que se decida repetir el juicio ante la teórica contradicción entre el veredicto del tribunal popular y la sentencia dada a conocer ayer y que, seguro, permitió a Raquel Gago respirar con algo más de tranquilidad.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación