Economía
La biomasa evita la emisión de CO2 que genera un tercio del parque móvil al año
Las administraciones apoyan una fuente de energía «tractora» del desarrollo rural y la protección ambiental
Hace a penas unos años nadie había tan siquiera había oído hablar de los pellets, pero hoy la producción energética a partir de biomasa es una realidad cada vez más «pujante» que poco a poco va ganando terreno en los hogares españoles y, en especial, en una Castilla y León alojada en un mar de bosques. La Comunidad contaba a finales de 2016 con 31.138 instalaciones de esta fuente de energía que, a parte de conseguir un importante ahorro para los bolsillos de los usuarios, acarrea una serie de beneficios entre los que destaca la protección del planeta en la lucha contra el cambio climático. En cifras, la potencia instalada en la región evita la emisión a la atmósfera de 800.000 toneladas de CO2 al año , que son las que generan en ese tiempo medio millón de vehículos. Ello significa que ya contrarresta los gases contaminantes que siguen produciendo cada día un tercio del parque móvil autonómico.
La lucha contra el cambio climático es uno de los puntos a favor de la biomasa que ayer expertos y autoridades quisieron poner en valor a favor en la inauguración de la Feria Expobiomasa 2017 que concentrará hasta el viernes en la Feria de Valladolid las últimas novedades de un sector «muy vivo» y con «mucho futuro» por delante, según destacó Javier Díaz, presidente la Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa (Avebiom), que es la organizadora de la cita.
Entre esas «bondades» de la biomasa, el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, distinguió entre el punto de vista ambiental y el económico. En el primero, además de para plantar cara al cambio climático evitando la emisión de gases contaminantes, esta fuente de energía contribuye a la lucha contra incendios. Y es que el correcto aprovechamiento de los bosques permitirían que éstos estuvieran en mejores condiciones para afrontar las llamas, que mientras sigan teniendo detrás las manos de pirómanos seguirán existiendo, reconoció el popular. En el segundo de los supuestos, señaló al sector como «tractor» del desarrollo rural, por su capacidad de generar empleo y actividad económica en los bosques y asentar población, al tiempo que recordó que una caldera que funciona a base de pellets permite reducir el gasto energético de las familias.
Por estos motivos, el consejero destacó el «compromiso» de la Junta para impulsar nuevos proyectos vinculados a la biomasa y señaló el objetivo de que en 2020 se haya alcanzado una producción de un millón de toneladas, frente a las 700.000 actuales. Un 42 por ciento más que se alcanzará si se mantiene el ritmo de crecimiento de estos sistemas. Sólo en 2016 se pusieron en marcha 5.769 nuevos puntos elevando en un 22,8 pr ciento el numero de instalaciones.
Una «oportunidad» de futuro
En consonancia con el consejero, el secretario general de Agricultura y Alimentación del Ministerio, Carlos Cabanas, apuntó a la biomasa como una «oportunidad» de futuro y esperó que la Feria inaugurada ayer en Valladolid contribuya a «concienciar» a la sociedad de la necesidad de contar con esta energía limpia por su aportación al modelo económico y social.
«Es increíble que con estas ventajas no se haya convertido ya en la primer fuente térmica», señaló, por su parte, el alcalde de Valladolid, Óscar Puente, quien auguró que ese término es sólo «cuestión de tiempo». Convencido de ello avisó de su intención de facilitar que Expobiomasa crezca, ya que es «un caramelo muy goloso» para otras ciudades. De momento, este año sigue en la capital de Pisuerga, donde se han instalado 600 expositores y se darán cita en tres días 18.000 profesionales del sector procedentes de 30 países.
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