La Bajada del Ángel retomará este domingo un vuelo interrumpido sólo en dos ocasiones
El acto de Aranda de Duero lo organiza la Cofradía de la Virgen de la Misericordia
Durante sus más de cinco siglos de historia, sólo ha habido dos eventos capaces de cancelar la Bajada del Ángel en Aranda de Duero. El primero fue una guerra civil, el segundo una pandemia que, aún hoy, da sus aparentes últimos coletazos. Ahora, dos años después de ese 2020 que lo revolvió todo, regresa la Semana Santa arandina con visos de la «vieja» normalidad.
«Este es un año muy especial, Ana está muy ilusionada, quiere hacerlo desde pequeñita», explica, en declaraciones a ABC, Marta del Pozo, madre de Ana Maté, la niña nacida en 2016 que encarnará al ángel que anuncia a la virgen la resurrección de Cristo. «Y yo, ¿cuándo voy a salir del globo?, me decía desde pequeñita», recuerda la arandina.
La festividad, cuyo origen se remonta al siglo XV (1532), conmemora el ya mencionado retorno de Jesucristo con una espectacular puesta en escena que, desde hace más de 20 años, ha sido declarada de interés turístico regional. «Estamos luchando para que la consideren de interés nacional, sólo se hace en 7 ciudades en toda España y la nuestra es la más antigua», explica el presidente de la Cofradía de la Virgen de la Misericordia, Julio Saeta.
Es el vuelo de «un ángel» en su literalidad lo que le ha conseguido el interés del público . La ceremonia, que se celebra en la fachada sur de la Iglesia de Santa María, consiste en un acto teatralizado en el que un niño vestido de querubín -y que no excede los 20 kg de peso- sale de un gran globo, que estará colocado tras una nube de madera dispuesta junto al monumento, para quitarle el manto de luto a la virgen, a unos 7 metros de altura.
El mecanismo está formado por un entramado con una puerta que, al abrirse, permite ver el globo, blanco y azul, de un diámetro de grosor. Mediante un sistema de poleas, el globo se deslizará hacia el centro de la plaza y, cuando se encuentre sobre la talla, se abrirá por la mitad liberando al infante que, envuelto en confeti, pataleará en el aire mientras suelta a dos palomas que mantenía aferradas. Simulando el vuelo, quitará el manto oscuro a la figura y realizará una última actuación antes de ser bajo al suelo, donde depositará el manto sobre una bandeja.
«La verdad es que realmente no sabemos cuándo comenzó a hacerse esta tradición. El primer documento que tenemos es de eso, del 1532, pero no hay mucha información», explica Saeta para añadir que él, de pequeño, fue ángel dos años consecutivos: 1962 y 1963. «Llegué a salir en el NO-DO, es un documento que queremos recuperar». Así, explica que, durante el Franquismo, se anunciaba en los carteles como evento de interés nacional.
«Sobre si se interrumpió en la guerra o no, no lo tenemos claro. Unos dicen que sí, otros que no. La verdad es que Aranda estaba en manos de los nacionales así que es posible que se celebrase en algún momento, pero es algo que nunca sabremos», continúa para decir que lo que sí que está documentado es el parón de dos años por el covid.
![Los bomberos, durante la pandemia, se acercan a la casa de la niña escogida](https://s3.abcstatics.com/media/espana/2022/04/14/16499420422243-k2YD--510x349@abc.jpg)
«Fue un disgusto muy grande porque a los niños les hace mucha ilusión y tienen casi una o dos oportunidades. Crecen muy rápido de un año para otro», agrega. Y es que los ángeles son los hijos de los cofrades, a los que los padres les apuntan casi desde recién nacidos en la lista para protagonizar este día. Las ganas, claro, vienen de lejos.
Por eso, buscaron un apaño y, durante el confinamiento de 2020, los bomberos de Aranda de Duero se acercaron con una grúa a la ventana de la casa de la pequeña, que pudo quitarle el manto a la virgen sin romper las reglas . «Y el año pasado, que todavía no se podía celebrar nada, la niña elegida entró a la iglesia y le quitó el manto a la figura», continúa Saeta. «No es lo mismo, claro, pero han sido nuestras formas de adaptarnos a los acontecimientos», zanja.
Por fin, en 2022, con la primavera y las acrobacias de una niña de cinco años, Aranda de Duero podrá retomar su tradición con la actuación de Ana Maté este domingo, al mediodía, frente a la imponente fachada gótica de la Iglesia de Santa María. También en la vallisoletana localidad de Peñafiel se celebra un acto similar en la plaza del Viejo Coso.
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