Uno de los acusados admite haber subido a la casa de la víctima a robar el dinero pero niega que la agredieran
Gabriel E.K ha confesado haber tomado parte en el asalto y ha apuntado al protésico vallisoletano Rubén A.R. como ideólogo del plan porque «se lo había contado la nuera de la mujer»

Uno de los supuestos 'sicarios ' que participó en el robo de la anciana María A, de 73 años, en un piso de la Plaza Circular de Valladolid, el búlgaro Gabriel E.K , ha confesado su participación en los hechos ocurridos en octubre de 2017, ha confirmado que el protésico vallisoletano Rubén A.R. fue el 'cabecilla' de la trama y ha exculpado a su cuñado, Gabriel M.K.
El declarante ha explicado que él y el también acusado y compatriota Antón A.M . fueron quienes accedieron el día de autos al piso de la septuagenaria después de que Rubén 'timbrara' el portero automático del portal haciéndose pasar por un repartidor. Una vez ante la vivienda, fue la víctima la que les franqueó la entrada , momento en el que empujó la puerta haciendo que la anciana cayera al suelo de forma brusca.
Fue en ese momento, siempre según su versión, cuando el acusado y Antón, el primero portando una caja de cartón y el segundo una cinta americana, maniataron y amordazaron a la moradora del piso siguiendo las instrucciones que previamente les había dado el empresario.
«Antón cortó un trozo de cinta y se lo puso en la boca a la señora» , ha explicado Gabriel E.K, quien ha explicado que de esta forma podían olvidarse de la mujer para dedicarse a rebuscar por la casa y localizar así la caja fuerte con dinero y joyas que Rubén les había dicho que guardaba allí.
«Todo ocurrió muy deprisa» , ha advertido el acusado en su intento de justificar por qué al escuchar varias veces el timbre del piso -procedían de un quiosquero conocido de la víctima que le informaba de que podía pasar a recoger un paquete-se pusieron nerviosos y salieron corriendo del inmueble dejando a Maria A. tendida en el suelo inmovilizada, al tiempo que ha asegurado que « de ninguna manera» golpearon a la mujer ni le robaron unos anillos tras no hallar rastro alguno de la caja de caudales.
El declarante asegura que él fue el último en salir del piso dejando la puerta entreabierta y a la titular del mismo aún vida. Una vez en la calle, otro de los acusados, Emil A.M, les recogió en un coche y trasladó a ambos hasta un polígono donde hubo un encuentro de los cinco participantes - excluye de los hechos a su cuñado, Gabriel M.K- y se produjo entonces una fuerte discusión porque Rubén no les creyó cuando le dijeron que no habían obtenido botín alguno.
Rubén volvió al piso
Incluso Gabriel E.K , en declaraciones recogidas por Europa Press, ha asegurado que en esa reunión Rubén les pidió unos guantes y les dijo que iba a volver al piso de la Circular para buscar el dinero, dejando así abiertas las sospechas de que el empresario pudo reforzar las mordazas que tenía puestas la anciana.
Y es que Gabriel, a quien se han exhibido fotografías sobre el estado en el que quedó la víctima, ha insistido en que las mordazas que pusieron a la mujer eran muy distintas y no contaban con tantas vueltas como las que presentaba el cadáver.
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