El 10% de los turismos eléctricos está en manos de las administraciones

En total son sólo 395 los coches matriculados de estas características, frente a los 1,3 millones que no encajan el horizonte de 2040

Coche eléctrico de la Policía Local de Palencia ICAL

M. Gajate

La matriculación y venta de coches y vehículos ligeros que emitan dióxido de carbono estará prohibida en España en 2040. Así lo reza la futura ley de cambio climático y transición energética elaborada por el Gobierno de Pedro Sánchez que aspira a sacar de circulación a todos aquellos turismos que se alimenten de diesel y gasolina, pero también a los propulsados por gas y los hasta ahora venerados híbridos. Las posibilidades se reducen a los coches eléctricos, una opción que ahora mismo apenas ha calado en la sociedad. Hay sólo 395 en circulación en todo Castilla y León, lo que deja una tasa de uno de estas características por cada 3.315 que se nutren del resto de combustibles . Y respecto a este reducido número hay que puntualizar, además, que más de un diez por ciento ni siquiera está en manos de particulares, sino de las administraciones públicas.

Entre la Junta de Castilla y León, los diez principales ayuntamientos (capitales de provincia y Ponferrada) y las diputaciones de la Comunidad suman un total de cuarenta los coches eléctricos de los que se dispone. Ello equivale al 0,5 por ciento de su flota pública, mientras que la tasa de este tipo de vehículos no alcanza ni el 0,03 por ciento de entre todos los turismos de Castilla y León .

Cabe matizar que la flota de estas administraciones no es especialmente relevante en el conjunto de la Comunidad. Son más de 6.000 vehículos de todo tipo, que no suman ni el 0,5 por ciento del total del parque móvil matriculado de la Comunidad, una cifra que hace más llamativo que ayuntamientos, diputaciones y Junta copen ese diez por ciento del total de los vehículos eléctricos en circulación, de acuerdo con los datos de la Dirección General de Tráfico (DGT).

La Junta y los ayuntamientos de Valladolid y Palencia son las instituciones con mayor implantación

El Gobierno autonómico es el que más vehículos eléctricos ha incorporado a su flota, con una suma de 22 turismos, seguido de dos Ayuntamientos, Valladolid y Palencia. Territorios ambos automovilísticos por excelencia, uno de los cuales produce precisamente este tipo de coches, suman otros diez a la lista. En el resto, la cifra es menor, aunque no tanto como en las diputaciones. Sólo las de Valladolid y Ávila cuentan con algún ejemplar, lo cual las instituciones provinciales justifican con la escasa autonomía de este tipo de vehículos y la ausencia de los suficientes cargadores como para poder dar cobertura a largos desplazamientos.

Más allá de los turismos, las administraciones cuentan con otra serie de vehículos eléctricos. Así, una cuarentena de motos, bicis y furgonetas eléctricas se incorporan a las flotas móviles de las administraciones regionales, principalmente de ayuntamientos.

Por su parte, la flota dependiente de Delegación del Gobierno en Castilla y León aunque determinado en muchos casos por políticas nacionales y que incluye el parque móvil de la Policía Nacional y la Guardia Civil, no dispone de ningún vehículo eléctrico, sí varios híbridos.

Lo llamativo del inventario de vehículos públicos es que junto a los eléctricos, en los últimos años las administraciones en un intento de toma de conciencia ambiental habían incorporado a su flota un importante volumen de híbridos. Sólo los ayuntamientos disponen de más de medio centenar , que a partir de 2040 estará prohibido comprar de acuerdo con la nueva iniciativa.

No sólo entre las administraciones habían encontrado su hueco de mercado, en el último año se matricularon en la Comunidad casi 2.000 coches híbridos, trece veces más que eléctricos.

«Un coche de vapor»

Así, los vehículos eléctricos son aún una parte muy residual del mercado automovilístico entre particulares, pero los expertos de estos coches aseguran que llegarán a las casas de todos de forma natural en los próximos años. Y es que defienden que «en 2040 no hará falta ni prohibir» los coches que emitan CO2 porque «estarán completamente obsoletos» . Sería como «prohibir ahora un coche de vapor», explica a ABC Laurentino Gutiérrez, delegado en Castilla y León de la Asociación de Usuarios de Vehículos Eléctricos (AUVE).

Gutiérrez defiende que ese horizonte sin diesel ni gasolina de 2040 «puede parecer una idea peregrina del Gobierno, pero se alinea el criterio con las medidas que ya están en marcha en toda Europa». Dicho esto, destaca que el 93 por ciento de vehículos producidos en España «son para exportación, así que aunque se prohiban mañana» la medida «no afectaría» a la producción.

El perfil del usuario

Hombre, de entre 30 y 40 años y con estudios superiores. Es el perfil del propietario de coche eléctrico en la Comunidad , una descripción muy amplia en la que el matiz viene de la mano las inquietudes. Y es que los usuarios de estos turismos lo son por uno de los dos siguientes motivos: amantes de la tecnología o protectores del medio ambiente.

Así lo explica Laurentino Gutiérrez, que reclama incentivos para que los conductores se animen a adquirirlos. Suponen un desembolso de hasta 15.000 euros más que un coche de gasolina, y se «rentabiliza» a partir de los 100.000 kilómetros. Por ello, pide apoyos económicos certeros y estables y no vía ayudas puntuales de ayudas. Ve más apropiadas las deducciones fiscales.

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