Tomás Rufo, toledano de blanco y oro que sigue la estela de Palomo Linares
Tutelado por la familia Lozano, este sábado hace el paseíllo en la plaza de Talavera después de una alternativa soñada

Las casualidades no existen, y menos en el mundo del toro. Tomás Rufo Resino (Pepino, 1999) viene de tomar la alternativa en Valladolid, donde triunfó de forma rotunda el pasado sábado, y la elección de la ciudad castellana para un día tan especial tiene su intrahistoria. La cita estaba planificada desde principios de temporada. «La de Valladolid es una plaza muy bonita y especial. Mis apoderados me contaron que allí tomó la alternativa Sebastián Palomo Linares , a mí me ilusionó desde el primer momento y todo fue a favor», cuenta Rufo por teléfono a este periódico.
Palomo Linares se doctoró el 19 de mayo de 1966, con 19 años recién cumplidos, con Jaime Ostos de padrino, Juan García ‘Mondeño’ de testigo y toros de Salustiano Galache. Rufo lo ha hecho con 22, con El Juli de padrino, José María Manzanares de testigo y toros de Garcigrande . Como las casualidades no existen, decíamos, cabe recordar que Palomo Linares estaba tutelado por los hermanos Lozano, una de las casas taurinas más importantes de los últimos 50 años, y que ahora Rufo es apoderado por los hijos de Pablo Lozano, fallecido el pasado otoño por covid.
Por si no bastara, la Casa Lozano se hizo cargo de la carrera de Palomo Linares después de que triunfara en el certamen ‘La Oportunidad’, que congregó en la madrileña plaza de Vistalegre a cientos de chavales de toda España que querían ser torero. Y Rufo pasó a estar en boca de todos en la feria de Otoño de 2019, cuando descerrajó la puerta grande de Las Ventas y se convirtió en el primer novillero que salía a hombros desde un tal Andrés Roca Rey . Y esta primavera, en una extraña feria de San Isidro, pisó el albero de Vistalegre y cuajó una maravillosa actuación ante utreros de El Freixo.
Aquella fue una de las once novilladas que ha toreado este año. En total, ha dado el salto al escalafón superior con 29. «Ha sido una temporada corta, pero intensa. He toreado poco, no he estado en todos los circuitos, pero he pisado plazas importantes como las de Vistalegre, El Puerto de Santa María o Bayona. Ha sido un año de mucha preparación, haciéndolo a conciencia para seguir dando golpes todas las tardes y llegar lo mejor posible a la alternativa», explica. Y vaya si lo hizo. «Ni en mis mejores sueños me había imaginado cortar cuatro orejas, compartiendo cartel con dos figuras», reconoce.
Este sábado, a las 17:30 horas, hará el paseíllo en ‘La Caprichosa’ de Talavera, acompañado del rejoneador Diego Ventura y de El Juli para matar dos toros de Daniel Ruiz en la que será su segunda corrida. «Tengo mucha responsabilidad porque vengo a mi casa a torear. Después de lo sucedido en Valladolid, la gente está con ganas de verme y yo estoy con ganas de que me vean », afirma seguro de sí mismo. Y manda un aviso a navegantes: «Mi objetivo es que el nombre de Tomás Rufo se quede en una buena posición de salida de cara al año próximo».
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