8 años y 6 meses de cárcel para un cura de Talavera condenado por abusos sexuales a una menor durante 4 años
Inhabilitación especial durante la pena para el ejercicio de toda profesión u oficio que suponga el contacto regular con menores de edad
José Luis G. M. tuvo un idilio amoroso con la madre de la víctima después de practicar exorcismos a la adolescente. En uno de ellos abusó de la denunciante, según la sentencia
María Victoria Vega, la abogada de la víctima -una menor de edad cuando ocurrieron los hechos-, ha llorado después de recibir la sentencia, de 85 páginas, y leer el fallo de la Audiencia de Toledo. El tribunal presidido por Rafael Cáncer Loma condena a un sacerdote de Talavera de la Reina, José Luis G. M., a la pena de 8 años y 6 meses de prisión como autor de un delito continuado de abusos con acceso carnal , «sin la concurrencia de circunstancias modificativas de responsabilidad penal».
Se le castiga, además, con la inhabilitación especial para el ejercicio de toda profesión u oficio , sea o no retribuido, que suponga el contacto regular con menores de edad durante el período de la condena. Asimismo, se le prohíbe comunicarse con la víctima y aproximarse a ella a una distancia inferior a 300 metros durante 18 años .
Al sacerdote, de 50 años, también se le impone el abono de una indemnización de 50.000 euros a la víctima, en concepto de responsabilidad civil, por unos hechos que comenzaron cuando ella tenía 14 años y que se prolongaron durante cuatro años.
En la sentencia, que se puede recurrir, el tribunal asegura que la verosimilitud de la declaración de la víctima queda confirmada «por el contenido del informe pericial forense, así como por el informe y las manifestaciones ofrecidas» por una doctora. Todo ello corrobora, según la Audiencia toledana, la «compatibilidad del diagnóstico» de la joven con los hechos que ella describe «y que justifican los 'flashbacks'» que ella tenía «con la disociación mental que se ha producido durante el periodo en el que se producían las conductas denunciadas».
La Sección Segunda de la Audiencia toledana declara probado que José Luis y su víctima se conocieron en el verano de 2010, durante un viaje organizado por el centro escolar confesional Compañía de María, de Talavera de la Reina, donde la niña estaba escolarizada.
El viaje pretendía recorrer el Camino de Santiago y la adolescente entabló una relación de confianza con José Luis, «debido a la función y al rol que asumió» en esa actividad «en calidad de sacerdote».
Llegó a desnudarse
Cuando la víctima comenzó su actividad escolar en cuarto de la ESO, durante el curso 2010/2011, ella pidió que José Luis fuera su director espiritual. Esta opción fue «promovida y fomentada por las religiosas» del colegio, ya que consideraron que iba a ser un apoyo para el crecimiento moral y espiritual de la niña.
Ella consideraba al cura «como un padre y un referente personal y moral» , asegura el tribunal, que data el comienzo de los abusos sexuales a partir de enero de 2011. En la sentencia se relatan varios de esos encuentros «con ánimo libidinosos», en los que el sacerdote llegó a desnudarse en el despacho parroquial y abusar de la adolescente. Al finalizar, pedía perdón a la joven, a la que le decía que esa situación no se iba a repetir más «y reiterándole que todo ello lo hacía en nombre de Dios».
Exorcismos y relación con la madre
En el fallo se narran también los exorcismos que el cura practicó a la joven, de la que abusó sexualmente en uno de ellos. Otro ritual religioso fue realizado el 26 de mayo de 2014 con la asistencia de la madre de la chica. Pocos días después, su progenitora y el sacerdote comenzaron una relación sentimental. Este idilio se prolongó, «al menos, hasta noviembre» de ese año, según recoge la sentencia.
Se hace referencia, igualmente, a la grave situación psíquica de la víctima , que requirió varios ingresos en centros sanitarios, y a los cortes que luego se hizo en los brazos «como autocastigo». Ella «no encontraba sentido a la vida», se añade en la sentencia, por lo que protagonizó intentos de suicidio.
El tribunal asevera que los hechos probados «se han considerado como tales en virtud de la amplia prueba documental, testifical y pericial » que se practicó durante el juicio. La vista, que se prolongó tres días a puerta cerrada, comenzó el 29 de junio y el condenado acudió vestido de cura, con alzacuello, una gorra y unas gafas oscuras para evitar a los periodistas, fotógrafos y cámaras de televisión que esperaban en la calle.
Una brillante estudiante
La Fiscalía solicitaba para este cura 17 años de prisión por un delito continuado de agresiones sexuales y otro contra la integridad moral de la joven. Ella tiene ahora 25 años y es una brillante estudiante, aunque su aspecto físico es de una extrema delgadez por el trastorno de la conducta alimentaria que sufre, entre otras alteraciones.
La abogada María Victoria Vega, que recurrirá el fallo, pedía cinco años más que la Fiscalía porque José Luis «era el director espiritual en un colegio de niñas y era, quizá, la figura paterna a la que mi niña idolatraba». En cambio, la defensa solicitaba la libre absolución, aunque, si la sentencia era condenatoria, pedía la aplicación de la atenuante de dilaciones indebidas (retraso en la tramitación de la causa).
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