Tres detenidos por el crimen de un hombre en San Pablo de los Montes a primeros de octubre

La Guardia Civil ha practicado los arrestos en la localidad ciudadrealeña de Retuerta del Bullaque

En esta casa vivía José María, cuyo cadáver fue encontrado en un pasillo Google Maps

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La Guardia Civil ha detenido a tres hombres relacionados, presuntamente, con el homicidio de un vecino de San Pablo de los Montes (Toledo) la noche del 4 al 5 de octubre . Fuentes del instituto armado han confirmado a ABC los arrestos, realizados esta mañana, aunque han declinado dar más información porque el juzgado de Toledo que instruye el caso ha decretado el secreto de las diligencias.

Los tres fueron engrilletados en Retuerta del Bullaque, una localidad ciudadrealeña situada a 25 kilómetros al sur de San Pablo de los Montes. Uno de ellos es conocido por su alias, el Mosca . Se trata de un viejo delincuente de la zona, cuarentón con un amplio historial delictivo, que también se dedica a la caza furtiva, según vecinos consultados por ABC que conocen al sospechoso. Cuentan que el miedo a este hombre es tal que algunos guardas de cotos de los alrededores van siempre armados por si se lo encuentran.

Le acababan de conceder una pensión

José María Sánchez Galán, la víctima mortal, tenía 56 años y vivía solo en una casa de la calle Matadero desde que murió su madre al comienzo de la pandemia. En un pasillo fue encontrado muerto con varios golpes en la cabeza la noche del domingo al lunes.

Había trabajado en una empresa de confección y en una cantería. Diversas fuentes consultadas señalaron que José María consumía sustancias estupefacientes y que se dedicaba al trapicheo, por lo que el móvil del homicidio puede estar relacionado con el tráfico de drogas ilegales.

José María necesitaba oxígeno artificial, «18 horas al día», según algunos conocidos, que lo definen como una «buena persona». Sufría una insuficiencia respiratoria a causa de su trabajo en una cantería y tenía un alto grado de discapacidad, afirman esas mismas fuentes, por lo que también necesitaba la ayuda de terceras personas en su día a día.

A la víctima le habían concedido una pensión poco antes de su muerte, pero no le dio tiempo a cobrarla ni una sola vez, según un amigo.

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