La Guardia Civil investiga el crimen de un hombre de 56 años en San Pablo de los Montes
José María tenía golpes en la cabeza y la vivienda estaba revuelta
Se llamaba José María y tenía 56 años. Vivía solo en una casa de la calle Matadero de San Pablo de los Montes (Toledo), donde fue encontrado muerto con varios golpes en la cabeza la noche del domingo al lunes. El cuerpo estaba en un pasillo, según los vecinos de este pueblo de unos 2.000 habitantes. «Alguien pasó, vio un coche extraño y a José María muerto en el suelo del pasillo», cuenta un paisano.
La Guardia Civil tiene cortada la calle desde entonces y la vivienda está precintada. Cuando descubrieron el cadáver, la casa estaba revuelta y con evidencias de que el autor o autores hubieran robado. Habría dos vehículos sospechosos, según las fuentes consultadas.
Su madre murió al comienzo de la pandemia, por lo que José María vivía solo desde entonces. Un vecino ha manifestado a ABC que no se le conocía un oficio en los últimos años. «Antes había trabajado en una empresa de confección y en una cantería», ha dicho. Otros vecinos apuntan a que el difunto era drogadicto y que se dedicaba al trapicheo, por lo que especulan con que el móvil del homicidio pudiera estar relacionado con el tráfico de drogas ilegales.
«Necesitaba oxígeno artificial»
Vicente, amigo de José María desde hace 30 añ0s, baraja otra hipótesis: «Podrían ir buscando dinero que le hubiera dejado su madre, que murió hace unos meses». Asegura a ABC que la víctima, «una buena persona», sufría una insuficiencia respiratoria a causa de su anterior trabajo en una cantería. «Necesitaba oxígeno artificial durante 18 horas diarias y tenía un alto grado de discapacidad, por lo que también necesitaba la ayuda de terceras personas en su día a día», afirma Vicente.
Sobre la dependencia de las drogas, este amigo de José María dice que «podría tener algún tipo de dependencia a alguna medicación por su salud y tras la muerte de su madre». En cualquier caso, le molesta que algunos vecinos relacionen las drogas con este crimen.
El cadáver de José María, que estaba en una cámara frigorífica del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Toledo, ha sido enterrado esta mañana en el cementerio de San Pablo de los Montes.
La víctima vivía enfrente de un descampado con ovejas. «Si los animales hablaran, podrían ayudar a resolver este homicidio», dicen en este pueblo, consternado tras el homicidio de José María.