Un libro con dibujos de escolares, la hermosa herencia de la pandemia en Yeles: «Hay mucho sentimiento»
«Es como un hijo; un sueño hecho realidad», dice el impulsor de la idea, el jefe de la Policía local
A Rubén del Palacio su mujer, embarazada, le dio la idea mientras se acariciaba la tripita. «¿Por qué los críos no os hacen dibujos y los ponéis en las dependencias de la policía? Así, cuando vayáis a trabajar, los veis y empezáis con ánimo» , sugirió Nuria, administrativa sanitaria, a su esposo, el jefe de la Policía local de Yeles. Corría la primavera de 2020, cuando todos estábamos confinados y la pandemia castigaba mortalmente. También moral y físicamente a los agentes de este pueblo de 6.000 habitantes en la comarca de la Sagra.
La respuesta fue inmediata e increíble nada más colgar la idea en internet. En el ayuntamiento se recibieron más de cuatrocientos dibujos en pocos días -no sólo procedentes de Yeles, también de otras poblaciones-, que adornaron la fachada del consistorio. «En esos días tan duros, con tanto estrés, cuando llegábamos al ayuntamiento y veíamos los dibujos, trabajábamos con otra alegría. Era impresionante, era la imagen de la unión », recuerda Rubén.
La cosa no quedó ahí y se editó un libro de 50 páginas con los dibujos para que quedara en papel un recuerdo imborrable del terrible paso de la pandemia por la historia de Yeles.
Cada ejemplar de esa hermosa herencia te da la bienvenida con una edificante ilustración de Paloma Jiménez Gutiérrez y un título que inyecta optimismo: ‘Y llegó la primavera’. «Fue todo tan negro en los primeros meses y se pasó tan mal, con tantos fallecidos -evoca Rubén con tristeza-. En las tres residencias del pueblo hubo treinta personas muertas».
Además de las ilustraciones altruistas de Paloma, vecina de Yeles, las páginas te cuentan situaciones que los policías tuvieron que resolver en aquellos días tan oscuros. Por ejemplo, la muerte de un vecino sin descendencia, pero con decenas de animales en su casa, muchos vivos y algunos fallecidos por desnutrición. Desde perros a conejos, gallinas y hasta ocas, que los cinco agentes y el vigilante auxiliar lograron colocar en otros domicilios en pocos días.
En el libro se nota también la impronta de una escritora, María del Carmen Navas Hervás , que trabaja como administrativa en el ayuntamiento. «Queríamos forrar las paredes de la comisaría de Policía con ellos, para que nos dieran fuerza, para poder sentir ese poder que tienen los niños en su imaginación », explica Navas.
«Hay mucho sentimiento» , recalca Rubén. Y la alcaldesa, María José Ruiz, lo plasma en sus páginas: «Cuando llegó el confinamiento y todos tuvimos que quedarnos en casa, el Cuerpo de Policía de Yeles siguió al pie del cañón, intentando paliar los efectos de todo lo que estaba ocurriendo, intentando dar apoyo a los más necesitados, intentando hacer sonreír a los niños. D e ahí es de donde surgió la iniciativa más bonita que se vivió en Yeles durante aquel encierro obligatorio ».
«Con mucho tiempo y esfuerzo, conseguimos sacar el libro adelante», se felicita Rubén, que aportó dinero para su edición, en la que también colaboraron el Ayuntamiento y empresas locales. Fue un centenar de ejemplares, de los que han vendido cerca de 60, a tres euros cada uno. «Lo tengo como un hijo, es un sueño hecho realidad» , desvela el jefe de la Policía local. Pero a éste no hay que darle el biberón ni cambiarle los pañales como a su hija Claudia, nacida durante la pandemia.
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