Finito de Córdoba se niega a matar un toro en Consuegra

La otra cara de la corrida la ofreció El Fandi, colosal con las banderillas

Finito de Córdoba, cabizbajo en el callejón tras negarse a matar a su segundo toro J. G. ORTIZ

Julio García

Finito de Córdoba fue el protagonista negativo, ante su primer oponente que doblaba continuamente las manos, logró muletazos con cuentagotas; pero fue en el segundo de su lote, sobrero que sustituía al que le tocó en suerte, estuvo desconfiado y, tras un dubitativo trasteo, entró una vez con el estoque, pero ante la dificultad que tenía para ejecutar la suerte suprema, aludiendo que el toro adolecía de falta de visión, se negó a matarlo, dejando que sonaran los tres avisos reglamentarios y el toro fuera devuelto a los corrales, en medio de una monumental bronca del respetable.

La otra cara de la moneda la ofreció el Fandi, que goza toreando, lo cual trasciende fácilmente a los tendidos. Colosal con las banderillas en ambos toros, Fue en al quinto, que tenía mucho recorrido, y recibió con dos largas cambiadas, cuando se empleó de lleno estando sobrado la muleta mediante una gran faena, cargándola sobre el pitón izquierdo y una magnífica estocada.

El albaceteño de adopción, Mario Sotos en su primero, que se invalidó tras la suerte de varas, poco pudo hacer, mientras en el que cerró plaza estuvo voluntarioso, alargando la mano en muchos momentos al natural, pero la espada le privó de algún trofeo.

En definitiva, el encierro gaditano de Fuente Ymbró, que debutaba en el vetusto coso la rivera del Amarguillo, ofreció una tarde de toros con variedad y alternativas para todos los gustos, empañada por la ya citada negativa actitud del diestro cordobés.

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