La detención de Marcos y su banda en Espinoso del Rey, «donde jamás había ocurrido nada parecido»

Poca gente en Espinoso del Rey, en la comarca toledana de la Jara, podía imaginar lo que presuntamente se «cocinaba» en un chalé del paseo del Olmo. Marcos, vecino de toda la vida y el único inquilino de la casa, formaba parte de un grupo criminal dedicado al tráfico de marihuana, que distribuían por la Comunidad de Madrid, generalmente en Móstoles y Leganés, según la Policía Nacional.

Se abastecían en la provincia de Toledo, donde compraban grandes cantidades de cannabis en plantaciones de varias localidades: Olías del Rey, Chozas de Canales, Torrijos, Mora, Bargas, El Casar de Escalona, Recas, Fuensalida o Espinoso del Rey.

En Espinoso contaban además con un centro de cultivo propio. Estaba en el chalé de Marcos, un joven que ronda los 30 años, cuya detención rompió la tranquilidad de un municipio de unos 450 habitantes situado a 40 kilómetros al sur de Talavera de la Reina. «Jamás había ocurrido algo así» , asegura una parroquiana del pueblo, donde no recuerdan «nunca» la presencia de tantos agentes.

La Policía Nacional ha informado este viernes de la detención de Marcos y de su banda, aunque los arrestos fueron el 2 de febrero por la tarde. A todos los implicados los pillaron con las manos en la masa, justo antes de la recolección y de la distribución de la droga.

Los agentes, apostados en los alrededores de la vivienda, sorprendieron a un delincuente cuando trataba de sacar una bolsa con 5,7 kilogramos de marihuana. En el interior del chalé, arrestaron a dos componentes de la banda y otras tres personas que se cree que iban a colaborar en la recogida del cultivo, 231 plantas, que estaban en la fase final de crecimiento.

Desde su arresto, los vecinos de Espinoso del Rey no han vuelto a ver a Marcos y sospechan que habrá ingresado en prisión. Fue detenido por tráfico de drogas, defraudación de fluido eléctrico y la supuesta pertenencia a un grupo criminal, como los otros cinco individuos.