Detenido en Talavera un pensionista de 72 años que vendía cocaína en la puerta de su casa
La Policía Nacional halló droga ilegal en roca y en dosis dentro del domicilio del arrestado, que está en libertad con cargos
Pensionista, 72 años y presunto traficante de cocaína . Había hecho del «menudeo» su modo de vida desde hace años, según la Policía Nacional, que le cortó el grifo el 24 de septiembre. Lo detuvo ese día en Talavera de la Reina (Toledo) como el presunto autor de un delito de tráfico de drogas ilegales, aunque de su arresto no se ha informado hasta este martes.
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La policía lo perseguía desde agosto, cuando conoció que este individuo podría estar distribuyendo cocaína en una calle muy próxima al paseo de la Estación, aunque no se ha desvelado el nombre de la vía pública.
Este sujeto de avanzada edad, que cobra una pensión, vendía la droga en la puerta de su domicilio. También concertaba citas con algunos de sus clientes habituales y se desplazaba hasta diferentes lugares para hacerles entrega de las dosis.
Los agentes que lo apresaron encontraron en su vivienda 205 gramos de cocaína, en roca y en dosis preparadas para su distribución, además de varios medicamentos de uso común con los que adulteraba la droga. Guardaba también 1.735 euros. Para esconder la cocaína y el dinero, tenía una pequeña caja fuerte y varios recipientes de comida sin alimentos.
A pesar de sus 72 años, la policía ha confirmado que solo le constaba al menos dos antecedentes por otros delitos que no están relacionados con el tráfico de drogas.
Sobre la situación procesal de este individuo, su edad ha podido ser un factor determinante para que la autoridad judicial lo haya dejado en libertad con cargos hasta la celebración del juicio.
El setentón de la marihuana
No es el primer caso, en los últimos diez meses, de un setentón que es detenido en Talavera de la Reina por el tráfico de drogas ilegales. En diciembre la Policía Nacional también arrestó a un hombre de 71 años por cultivar marihuana en una granja. Le incautaron 401 plantas, que arrojaron un peso 37,7 kilos de cannabis.
Todos los días iba a su granja a supervisar el cultivo. Tenía su plantación en una pequeña parcela donde, a primera vista, no se apreciaba ninguna irregularidad de ese tipo.
Sin embargo, sí había algún indicio de que se podría haber un cultivo de marihuana. Aparte de las ovejas y de las aves de corral, el aire acondicionado de la parcela se mantenía encendido las 24 horas del día. Además, salía de allí un fuerte olor a cannabis y la electricidad estaba conectada ilegalmente a un tendido eléctrico.
La Policía Nacional acabó deteniéndolo junto con un compinche que cortaba y secaba las plantas.