ANTONIO ILLÁN ILLÁN - Opinión
El gran valor del teatro escolar
El IES «Princesa Galiana» lleva siete años desarrollando un proyecto interdisciplinar en el que ha involucrado progresivamente a toda la comunidad educativa y su entorno
Siempre me ha gustado el teatro escolar. Me parece imprescindible en el currículo de cualquier sistema educativo. Ahora no existe en ese sentido, alguna mente aviesa lo desterró. Espero que alguna de las fuerzas políticas de las que mantienen la LOMCE dé un paso adelante y considere que la actividad dramática debe entenderse como un proceso artístico contemplado en el sistema educativo.
Es evidente, y hacen falta pocos argumentos para explicarlo, que el valor específico del teatro escolar se halla en la oportunidad que proporciona a los alumnos y alumnas de analizar, comprender y comunicar ideas y sentimientos representándolos con una enorme variedad de de formas simbólicas. En la Educación Primaria es muy importante, pero en la adolescencia, es decir, en la Educación Secundaria, es esencial; y es ahí cuando el teatro adquiere especial relieve, al permitir al alumno una exploración e interpretación más profunda de sí mismo y de la realidad circundante, ayudándole a tomar decisiones personales que sirven para su autoafirmación y el establecimiento de un diálogo más razonado y efectivo con la sociedad.
Podría argumentarse mucho más sobre la importancia del teatro escolar, pero hoy quiero contar solo la experiencia de lo que tuve la ocasión de ver en el IES «Princesa Galiana» el pasado 9 de mayo. Teatro escolar de alumnos de Primaria y de Secundaria , con una enorme labor y un excelente trabajo de sus profesores voluntaristas, sí, voluntaristas, porque es trabajo que se hace al margen de la labor reglada, como lo vienen haciendo, por ejemplo, en el IES «María Pacheco» todos los viernes por la tarde. Extraordinaria experiencia y magníficos resultados.
El IES «Princesa Galiana» convocó un certamen. En él pudimos ver a los alumnos y alumnas del CEIP «Jaime de Foxá» representando «Blancanieves y los diecisiete enanitos», ¡un prodigio de frescura y coordinación!; a los profesores del Centro de Adultos con un «Sketch de Monty Phyton», en el que mostraron su gracia y buen decir sobre el escenario; al CEIP Ciudad de Aquisgrán con «Hoy no me puedo levantar» y «Canción de la emociones», que dejaron ese buen sabor de boca que deja la representación infantil; los propios alumnos del IES «Princesa Galiana », que pusieron en el escenario la obra «Lo que nos toca», donde tanta importancia dan a la concatenación de diversas expresiones artísticas; y, como colofón, los alumnos del IES «María Pacheco» que representaron «Laberinto de palabras», con una actuación variadísima de registros, unos textos plenos de valores educativos y una interpretación colosal, tanto del conjunto como de algunos protagonistas con una «vis» propia de profesionales. Fue todo maravilloso. Eso sí que es formar individuos, educar personas y crear sociedad, aunando aprendizaje y diversión. Por todo esto y más, habría que reconocer a tanta gente como hay detrás (profesorado voluntario y voluntarista y centros comprometidos con la creatividad) con algo más que con el aplauso.
El teatro es una herramienta educativa evidente y esencial. El IES «Princesa Galiana» lleva siete años desarrollando un proyecto interdisciplinar en el que ha involucrado progresivamente a toda la comunidad educativa y su entorno. Esta iniciativa, basada en la innovación y el fomento de la creatividad, tiene como objetivos la mejora de los resultados, la convivencia y la integración de las 22 nacionalidades con las que cuenta el centro. A través de este proyecto y las actividades e iniciativas a él asociadas se pretende ofrecer al alumnado del centro actividades artísticas que respeten y potencien su expresividad y que les permitan aprender a escuchar y exponer. Dentro de estas actividades, el teatro ha tenido siempre un papel muy importante como estrategia pedagógica, motivadora, transversal y multidisciplinar. Y, además, tienen la suerte de que el próximo curso pueden poner en marcha un Bachillerato relacionado con lo escénico, al que habrá que dedicarle un espacio que no cabe en este artículo.
Tuve la suerte de que me invitaran a ver el certamen del 9 de mayo y en justicia, y con pocas palabras, concluyo que lo que vi fue una concepción del teatro basada en su condición específicamente pedagógica, consistente en ser un proceso interpersonal de análisis y simbolización de la realidad propia y circundante en el que las personas que lo realizan se implican en su totalidad, a través del empleo físico de su cuerpo y de su voz y de todo el acervo de pensamiento y emociones que la imaginación y la memoria procuran.
Felicito al IES «Princesa Galiana». En este instituto y su quehacer simbolizo a tantos centros que hacen con el teatro que la educación sea profundamente mágica y real al mismo tiempo.
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