«Quijote Team»: un pequeño grano de arroz en un mar de necesidades
El equipo manchego regresa de su aventura solidaria en Nepal

Ya están de vuelta en España los tres aventureros del «Quijote Team» que han estado dos semanas en Nepal para trasladar hasta allí material escolar, deportivo y medicamentos a un centro educativo y dos casas de acogida.
Los tres miembros del «Quijote Team» (asociación manchega cuyo fin es el desarrollo de misiones humanitarias hacia niños en situación de riesgo) se sienten satisfechos por la labor realizada. Sin embargo, «hay muchísimo trabajo por hacer, este es un pequeño grano de arroz en un mar de necesidades. La situación es alarmante. No podemos mirar hacia otro lado», afirma Víctor Parrilla , uno de los integrantes del equipo junto con Daniel Romero y Andrés Zafrilla .
Una vez en Nepal, se desplazaron en jeep a Akkare, pueblo ubicado a seis horas de Katmandú, en una de las zonas más afectadas por los terremotos de 2015. Allí visitaron a los niños del colegio Chandeswory y su residencia para niños ciegos, en pleno proceso de reconstrucción.
Akkare es muy peculiar, según cuenta Parrilla, ya que con tan solo 800 habitantes alberga este colegio para más de 300 niños, procedentes todos ellos de las zonas rurales del norte de Nepal, y unos 18 niños invidentes.
El material entregado a los niños de Chandeswory consistió en una fuente de potabilización por osmosis para las residencia de niños ciegos, con una capacidad de potabilización de 15 litros/hora, además de fondos para la compra de una lavadora y un frigorífico para las residencia de niños ciegos.
Se repartieron instrumentos musicales para el aula de música de los niños ciegos (2 teclados, 4 flautas, 3 guitarras clásicas y 4 panderetas), así como un balón adaptado con cascabel, tres mapas en relieve, rotuladores de olores, dominó de texturas, barajas española y de póker con braille, juego de construcción adaptado, 25 balones de futbol, 7 balones de micro-basket y 2 balones de baloncesto.
También dejaron material médico en el centro medico próximo al colegio, como gasas estirilizadas, tiritas, betadine, abundante suero fisiológico y cepillos de dientes.

En la segunda etapa de su ruta solidaria, los integrantes del Quijote Team regresaron a Katmandú, y pasaron unos días con los niños del orfanato Sano Sansar . Esta casa de acogida fue fundada por Petit Mon, asociación española sin ánimo de lucro con una larga trayectoria en proyectos de cooperación internacional. Actualmente, esta casa acoge a 35 niños y niñas de diferentes edades en unas condiciones de vida realmente dignas, alejadas de peligros y con un esquema de orden y de cariño que resultan cruciales para la reestructuración psíquica y emocional de todos estos niños.
Durante esos días, el «Quijote Team» se llevó a todos estos chicos a pasar el día a la piscina y a comer fuera del recinto. Por la tarde, pudieron dar una vuelta con alguno de los chicos mayores por el Budanah Temple, en el centro de Katmandú. «Fue todo un placer», recuerdan. «Es increíble el ambiente de cariño, y de familia que se respira dentro de Sano Sansar. Encomiable el trabajo de Montse Morón, que ha entregado su vida para el cuidado de estos niños … se nos encoge el alma solo de pensar que durante los próximos meses vivirá prácticamente recluida en la casa, entregada en cuerpo y alma a dar calor a todos estos niños. Te llevamos en el corazón, Montse», afirma Daniel Romero.
Para los chicos del orfanato, el «Quijote Team» entregó dinero con el que comprar de un ordenador, además de diverso material deportivo, como nueve balones de futbol, un balón de baloncesto y tres balones de minibasket, así como doce mochilas.
Como tercera y última etapa de su ruta, el equipo manchego entregó unos balones de fútbol en la casa de acogida Malahome , dedicada a niños cuyos padres se encuentran en prisión. De la mano de dos de sus fundadores, Marina Portabella y Javier Hinojoa (de Dream Nepal ), David, Andrés y Daniel tuvieron la oportunidad de conocer el estado del proyecto Malahome, como nació y qué futuro tiene por delante.
En Nepal, cuando una mujer ingresa en prisión y no tiene a nadie que pueda hacerse cargo de sus hijos, éstos ingresan con ella, sufriendo las graves consecuencias de esa situación. Los niños se desarrollan en un ambiente hostil con muchas restricciones y esta situación afecta su desarrollo psicológico, social y educativo.
Dream Nepal creó «MalaHome», una casa de acogida para cuidar de los menores con padres en prisión, contribuir a mejorar sus vidas y ofrecerles las mismas oportunidades y derechos que a los demás, proporcionándoles un hogar, refuerzo educativo, asistencia sanitaria y apoyo psicológico y social.
Según cuenta Andres Zafrilla, «hemos podido comprobar que 'MalaHome' es esa casa donde que crecerán sanos y rodeados de mucho amor. Es impresionante el giro que han dado las vidas de los 17 niños rescatados por Dream Nepal ».

Ya de vuelta en España, los chicos del «Quijote Team», aseguran haber vivido una experiencia única e inolvidable: «Sorprendidos por la hospitalidad y la calidad humana de muchas de las personas que encontraron en su camino, y alarmados por la grave situación de tantos y tantos niños».
En 2015, el «Quijote Team» desarrolló su primer proyecto de cooperación. Mediante «crowdfunding» y patrocinios, adquirió dos furgonetas, que llevó hasta Mongolia cargadas de material humanitario (medicinas y material escolar), y más de 2.800 euros como donativo económico. Concretamente, durante 2015 destinaron un donativo de 1.400 euros a Being Homo Sapiens , asociación de médicos que actúa en las zonas rurales de Nepal. Actualmente, estas furgonetas siguen prestando servicio en el Centro de Día de Nalaigh gestionado por ONG La Otra Mirada , cerca de Ulan Bator, donde se alojan más de 100 niños con la enfermedad de huesos de cristal y parálisis cerebral.
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