Toledo

Música y títeres para recrear «La selva sin amor», de Lope de Vega

La compañía Máquina Real de Motilla del Palancar recupera con este montaje, que se podrá ver este viernes en el Teatro de Rojas, lo mejor del Barroco

Los personajes de «La selva sin amor» que llega este viernes al Teatro de Rojas ABC
Francisca Ramírez

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Llega al Teatro de Rojas la obra «La selva sin amor» , de Lope de Vega, un montaje que se tuvo que suspender la temporada pasada debido al coronavirus y a las restricciones sanitarios. Este viernes, a las 19.00 horas, llega a las tablas del coliseo municipal un montaje muy original, que utiliza a títeres de gran tamaño -de más de cuatro kilos- y música en directo para contar los amores y desventuras de los pastores que se enamoran de las ninfas cuando bajan a recoger flores al río Manzanares.

La recreación de «La selva sin amor», de Lope de Vega, a cargo de la compañía La Máquina Real de la localidad conquense de Motilla del Palacar (Cuenca), puede ser considerada la primera ópera que el autor de «La discreta enamorada» escribió en español y que fue estrenada en España en 1627 en el Alcázar de Madrid. El espectáculo está incluido dentro de la muestra del Siglo de Oro del Rojas.

El director de la obra, Jesús Caballero ha reconocido que han tenido «muy buena acogida tanto de público como de critica» , debido a lo original de su propuesta. Ha insistido en que esta obra -una joya desconocida de la literatura- destaca por una puesta en escena de una máquina real que combina los títeres con la música en directo. Además, es un montaje divertido, con una trama sencilla y mucha musicalidad cuya única dificultad pueda ser el verso, «lo más complejo de entender para los más pequeños», ha afirmado Caballero.

La escenografía -compuesta principalmente por un retablo de 7 metros de largo y 4 de alto- obliga a los actores a actuar de rodillas para mantener la esencia de este tipo de espectáculos, una expresión de la dramaturgia española propia de los siglos XVII y XVIII que conjuga su carácter culto con decorados y efectos especiales que no eran posibles en el teatro popular. Un decorado que para su director y productor, Jesús Caballero, es como «una caja de música que el espectador abre para ver a sus muñecos moverse al compás de una canción».

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