En Toledo una mayoría sigue con la mascarilla pese a no ser obligatoria

En la zona histórica de Toledo tanto los residentes como los miles de visitantes optaron en buena medida por ir protegidos

En Toledo se mezclaban personas con mascarilla, las más, y las que presciindieron de ellas Huertas Fraile

A. M.

La conversación más común ayer, con mascarilla puesta o sin ella, fue la decisión de cada cual de poder prescindir en lugares públicos del que ha sido sin duda el icono visual durante esta larga pandemia. Al final, la imagen de las calles, por lo general, ha sido el del predominio de la mascarilla puesta, tal vez en una mezcla de prudencia y de prejuicio o rubor a no ser de los primeros en adoptar una medida que sin duda puede marcar un punto de inflexión en la crisis sanitaria del Covid-19. No obstante, el calor reinante también fue el pretexto que animó a muchos a lo largo de la jornada a desprenderse de la mascarilla, rompiendo así la timidez del comienzo de la jornada.

En todo caso, el ciudadano parece que ha aplicado la medida sin duda con más sensatez y sentido común que el que en muchos casos ha aplicado el Gobierno central en muchas fases de la crisis sanitaria. Seguramente el paso de los días, si las noticias de la incidencia de contagios sigue a la baja, a la vez que aumenta la inmunidad por los millones de personas vacunadas, la retirada de la mascarilla se convierta ya en algo más normal y que no resulte un recelo entre los ciudadanos.

La mayoría de la gente debió pensar ayer que un día más, después de 15 meses de mascarilla como una prenda obligatoria y necesaria, no suponía un esfuerzo insuperable, aparte de no abusar de manera generalizada de la nueva situación.

Sólo los convencidos decidieron desde primera hora ir por la calle con el rostro totalmente reconocible , pero siempre con la mascarilla en el bolsillo, en la mano o colgada del brazo para los momento en que era necesario pasar a algún interior, donde de manera escrupulosa se cumplía con la obligación de usarla.

La zona histórica de la ciudad de Toledo ofrecía además una doble medida, la de los toledanos que viven o visitan esta zona y por otro, los ya numerosos visitantes.

Miles de turistas

La capital toledana está recuperando poco a poco en los últimos días los grupos de turistas, españoles la gran mayoría, que tanto se esperaban. Desde primera hora ya se fueron formando los cada vez más frecuentes grupos de visitantes dispuestos a realizar una visita guiada por la ciudad, que como es preceptivo y pese a ser en la vía pública deben utilizar la mascarilla.

Pero también la imagen mayoritaria entre los turistas que visitan la ciudad por libre era la del uso de la mascarilla, aunque muchos también recogidas al cuello debido al calor que ayer apretó fuerte sobre la capital . Ya por la tarde, y tras horas de visita discurriendo por calles estrechas y con desnivel, era más habitual ver paseantes desprovistos de la mascarilla, tanto de paseo como llenando las terrazas para tomar un refresco. En suma, una jornada disfrutada en un ambiente de normalidad y como primera toma de contacto a la esperada vuelta a la normalidad.

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