'Revolución y calma', el segundo poemario de Raquel Martín: «¡La aceptación nos hace crecer también!»

Enfermera en una planta Covid y madre de un niño prematuro con secuelas, no pierde la sonrisa: «Hay que buscar siempre el lado positivo de las cosas»

La autora, con su segundo libro

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Hablar diez minutos con Raquel Martín te levanta el ánimo si lo tienes bajo mínimos. Es una sonrisa pegada a «una mujer por encima de todo, madre por causa mayor, enfermera a tiempo parcial y escritora por necesidad, la de sacudirse con palabras lo que le sobra, escuece y enreda». Así se define ella, que acaba de publicar su segundo poemario, 'Revolución y calma' (Letrame Editorial), un libro «dulce, mordaz y de amor velado».

«El primero, 'Reviento y me vierto' , fue más visceral. El segundo es más creativo, más pensado, está perfectamente maquillado para salir a escena», afirma entre sonrisas. « Ha sido como volver a revivir , una secuela con buen pronóstico del primero y que muestra el crecimiento de mi yo», resume.

Los poemas de 'Revolución y calma' son muy reflexivos, según su autora, «para aprender a aceptar lo que te viene». «¡La aceptación nos hace crecer también!» , exclama Raquel, quien desliza otras frases, también suyas, entre los versos. Por ejemplo: 'Nadie encuentra la felicidad sin antes pasar por una tormenta en un callejón sin salida aparente'.

Ella de tempestades sabe bastante. Trabaja en una planta Covid en el Hospital Virgen de la Salud de Toledo, donde no ha visto la vida de color de rosas desde que azota la pandemia. Y también ha sacado adelante a su hijo Martin (sin tilde), un niño que nació a los 5 meses y que, a sus cuatro años , sigue con «secuelas de la prematuridad», cuenta su madre sin aflicción. Y repite pizpireta: «Hay que buscar siempre el lado positivo de las cosas» .

En su poema 'Enfermeras reales', hace un regalo a su profesión : 'Fuerte,/ comprensiva/ con compasión./ Con pasión de vocación./ Corazón gigante/ y alma ahogada/ en miserias ajenas tragadas.../ Tú, que no te acostumbras/ a ver dolor y no sentirlo,/ a oír quejidos incluso sordos, / a oler despojos.../ A rodearte a diario de pena...'

Raquel, autosuficiente, es también la autora de la portada de sus dos libros. Las cubiertas son rompedoras . «Me tienen que entrar las cosas por los ojos. Sea bonito o feo, pero que tiene que llamar la atención». Y para 'Revolución y calma' ha elegido flores, pájaros -«soy muy soñadora», dice-, la flecha del amor... Porque ella se enamora y se desenamora, como la vida misma.

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