La hostelería espera que la responsabilidad de todos ayude al sector a salir de la crisis
En la capital una treintena de terrazas han solicitado una ampliación del espacio para las mesas
Por costumbres sociales, la apertura de las terrazas de los bares, junto al comercio, será uno de los focos informativos de este lunes en las provincias de la región que acceden a la fase 1, Toledo, Albacete y Ciudad Real , las más pobladas de la comunidad. Y como se ha visto en algunas provincias que accedieron a dicha fase una semana antes, la prudencia y la responsabilidad, tanto de los propietarios de los locales como de los clientes, serán cruciales para que no se repitan escenas de aglomeraciones y contribuir a la seguridad sanitaria y a la recuperación económica.
Ese es el mensaje que lanza la Asociación de Hostelería de Toledo a través de su secretario general, Valentín Salamanca, ante esta nueva fase de la llamada desescalada que tanto esperan los ciudadanos tras el largo confinamiento. Son miles las personas que esperan llegar ese momento tan anhelado, para el que además acompaña el buen tiempo.
« Quiero hacer una llamada a la responsabilidad de los hosteleros , porque estamos ante una problema de salud pública y debemos evitar algunas de las escenas que hemos visto, pero también que los clientes ayuden a respetar las normas que se nos han impuesto», manifiesta Salamanca, quien por otro lado afirma que «estoy convencido de que la gente se va a comportar bien».
Casos muy diversos
Según los datos de la Asociación de Hostelería de Toledo, en la capital toledana ha habido entre 25 y 30 solicitudes de ampliación de la superficie ocupada por las terrazas , con el fin de poder obtener algo de rentabilidad ante la obligación de utilizar solo el 50 por ciento del aforo y con el distanciamiento obligatorio de dos metros entre mesa y mesa. A nivel de provincia hay más de 200 autorizaciones de terrazas, y ya hay poblaciones como Talavera de la Reina, Illescas o Torrijos en las que los ayuntamientos han manifestado y aprobado su ampliación.
En todo caso, Valentín Salamanca cree que « la casuística va a ser muy variada», en función de las posibilidades de ampliación de cada zona . Así, en lo que se refiere a la capital toledana, en la zona del Casco Histórico llevar a cabo esta ampliación es mucho más complicado que en otras zonas como Santa Teresa, Buenavista o el Polígono, además de los pueblos, donde según Salamanca los ayuntamientos «han sido muy sensibles» con esta situación. También apunta la agilidad municipal en la tramitación de las solicitudes de ampliación de la superficie de las terrazas, en las que a veces se ha aportado una simulación tecnológica de cómo quedaría visualmente.
La decisión de abrir o no, señala Salamanca, «dependerá de hacer cuentas y luego decidir», ya que por ahora solo se permitirá el negocio en las terrazas y no en el interior, donde ya se podrá atender en la fase 2 cuando llegue, posiblemente a partir del día 25.
Lo que parece claro, por otro lado, es que los hoteles no abrirán, ya que no existen clientes por la falta de movilidad entre provincias y es prácticamente imposible que lleguen de la misma provincia, aparte de que no se pueden abrir todos los servicios. Situación diferente es la de los hoteles que han venido acogiendo a trabajadores de determinados servicios que hace semanas comenzaron su actividad económica, como es la construcción o la agricultura.En el caso de los restaurantes, y al margen de los que sirven comidas a domicilio, podrían abrir al público aquellos que puedan tener una terraza para ofrecer comidas.
Un sello de «Hostelería segura»
Uno de los objetivos más importantes dentro del sector está siendo el de ofrecer una imagen y garantía de seguridad al cliente . Para eso se siguen las recomendaciones y directrices del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, que según Salamanca no suponen grandes inversiones. Todas ellas están dirigidas a garantizar la seguridad como es el caso de la utilización de geles, desinfectantes y otras medidas higiénicas de aplicación rigurosa cada vez que los camareros, que en la mayoría de los casos deberán utilizar mascarillas, atiendan a diferentes clientes.
Otra opción, sobre todo de cara a la siguiente fase, es la de colocación de mamparas interiores si no se puede guardar la distancia de seguridad establecida, o aún en ese caso como una muestra más de seguridad y atractivo para el cliente. En suma, la distancia de seguridad y p rotocolos de lavado de manos, cambio de todo el servicio y limpieza de mesas y sillas tras cada servicio constituyen la base fundamental de los cursos de formación que los profesionales de la hostelería han venido recibiendo en las últimas semanas.
En este sentido, Valentín Salamanca destaca que la Asociación de Hostelería ya han realizado cuatro videoconferencias en las que se dieron a conocer todos los protocolos y recomendaciones a seguir. Todas estas charlas telemáticas han tenido un gran seguimiento, algunas con más del centenar de participantes.
Precisamente esta formación en todas las diferentes actividades del sector son obligatorias a la hora de poder obtener el denominado sello de «Hostelería segura», impulsado por la Confederación Española de Hostelería, que para el profesional supone una marca de garantía a la hora de ofrecer al cliente una imagen de local con calidad y seguridad. Esta formación para obtener el sello de hostelería segura será también de aplicación para hoteles y establecimientos turísticos .
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