La custodia, que este año no salió a las calles. viajó tres veces fuera
Tras la Expo de Sevilla, la última fue a Madrid en 2011 con la visita de Benedicto XVI
La custodia de Arfe no saldrá en procesión por las calles toledanas las dos veces que lo ha venido haciendo cada año por las medidas sanitarias de todos conocidas. Los toledanos, por este motivo, nos encontramos tristes y nos sirve de consuelo las veces que nuestra maravillosa custodia salió de la Imperial Ciudad para ser admirada.
La primera salida fue para evitar que cayera en manos de las tropas napoleónicas durante la Guerra de la Independencia (1808-1814 ). En diciembre de 1808 el cabildo catedralicio, de acuerdo con el cardenal primado, Luis Maria de Borbón , tomó la decisión de salvar de las hordas francesas los cuerpos de San Eugenio y Santa Leocadia, la custodia y otros objetos valiosos de la catedral, trasladándolos a tierras andaluzas, donde podían estar bajo la protección del cardenal primado, que se había trasladado a Cádiz, y de la Suprema Junta Central del Reino.
Llegaron a Sevilla el 21 de diciembre, siendo depositados en el palacio arzobispal, para luego seguir hacia Cádiz, donde fueron escondidos en un lugar desconocido. El importe de todos los gastos ascendió a 30.390 reales.
El 19 de enero de 1814, las urnas de San Eugenio y Santa Leocadia y la custodia llegaban a Toledo, siendo guardadas en el hospital de Santa Cruz, y el día 22 eran trasladadas en procesión solemne a la catedral. Asistieron el cabildo primado, el ayuntamiento y las autoridades provinciales y gran cantidad de fieles.
Las calles del recorrido habían sido adecentadas y adornadas por los vecinos. El itinerario fue el siguiente: plaza de Zocodover, Comercio, Hombre de Palo, Arco de Palacio, plaza del Ayuntamiento y Cardenal Cisneros, entrando en el templo primado por la puerta Llana.
Al anunciarse la celebración de XXXV Congreso Eucarístico Internacional de Barcelona en 1952, se pensó que en la procesión final el Cuerpo de Cristo fuese portado en la custodia de la catedral de Toledo.
Vencidas todas las dificultades y requisitos para el traslado y estancia, la custodia partía hacia la Ciudad Condal el 12 de mayo de 1952 para participar en la apoteósica procesión del l de junio que clausuraba el Congreso. Jamás tantos miles de fieles devotos y enfervorecidos pudieron adorar al Altísimo Sacramento sobre un trono tan singular y precioso como la joya de Arfe recorriendo las ramblas barcelonesas.
El 30 de marzo de 1992, el deán de la catedral, Evencio Cófreces , y los consejeros de Educación y Cultura, Juan Sisinio Pérez, y el de Presidencia, Alejandro Alonso , firmaron el convenio de cesión de la custodia para el pabellón de Castilla-La Mancha en la Exposición Universal de Sevilla de 1992.
La custodia sería expuesta en los pabellones de Castilla-La Mancha y en el de la Santa Sede, volvería a Toledo para la procesión del Corpus el 21 de junio, y volvería otra vez a la capital hispalense. Sin embargo, la custodia no volvió a Sevilla porque el Nuncio del Papa en España deseaba que se exhibiese sin la vitrina blindada con la que había sido protegida. El cabildo acordó que no se mandaría sin blindaje y así sucedió, acuerdo que fue compartido por la mayoría de los toledanos .
La última vez que ha salido fue el 21 de agosto de 2011, para presidir la vigilia de adoración eucarística que se celebró en el aeródromo de Cuatro Vientos de Madrid, dentro de los actos de la Jornada Mundial de la Juventud, organizada por el Papa Benedicto XV I. Más de un millón de personas presentes en el recinto y millones a través de la televisión vieron como la maravillosa custodia de Cisneros y Arfe era subida por un torno al estrado donde se instalo el altar en el que Sumo Pontifice ofició la eucaristía.
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