El curioso caso de una toledana la noche de Carnaval
Caminaba sola a las tres y media de la mañana hacia su casa después asistir a la verbena del Polígono
La experiencia que vivió una joven toledana de 18 años el viernes de Carnaval en Toledo no podrá olvidarla fácilmente. Eran las tres y media de la madrugada, y volvía junto a una amiga de la verbena del Polígono que, con motivo de las fiestas, se había organizado en el barrio. Primero, se quedó en casa la amiga, de la que se despidió en el portal para dirigirse a su domicilio, a cinco minutos andando. La noche era oscura y hacía frío. Por aquellas calles no había ni un alma y la joven estaba algo inquieta , quizá recordando escenas similares que acabaron de una forma dramática, como recientemente han informado los medios de comunicación españoles.
De repente, oyó el sonido del motor de un coche detrás de sí y, asustada, aligeró el paso . Tan solo le quedaban dos calles para alcanzar su portal y no quería ni pensar que algo malo pudiera ocurrirle. El coche se puso a su altura, mientras caminaba temerosa por la acera.
-Buenas noches. ¿A dónde va? , le dijo una voz masculina desde el interior del vehículo.
La joven ya no tuvo más remedio que mirar hacia la derecha, temiéndose lo peor.
Su sorpresa fue grande cuando vio que era un vehículo de la Policía Nacional , en el que viajaban dos agentes.
-Voy para mi casa, vengo de la verbena, contestó rápidamente y algo confundida.
-Debería tener cuidado, a estas horas y con lo solitaria que está la zona.
-Ya…, balbuceó la joven.
-Anda, suba, que la llevamos a casa.
El coche policial llegó a su calle y paró junto al portal.
-Bueno..., pues... muchas gracias, de verdad, dijo la joven algo avergonzada.
Cuando se lo contó a su madre , un sentimiento de gratitud le nació de dentro a la mujer, mientras articulaba una sonrisa.
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